Thursday, January 20, 2011

2000 - diálogos con Jorge y cena de Navidad

9-18-00. At 23:49 17/09/2000 -0500,
Elisa:
Seguís vivo?????

De Jorge:
Si es que a esto se le puede llamar vida...
J.
PS: ya escribiré, ya escribiré, probablemente hoy mismo.

alvartot@adinet.com.uy

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12-26-00
Casi un día después de ayer, pero al menos los días de Navidad ya pasaron este año. Nunca, creo, estuve más doméstica que esta vez. Pasé dos días cocinando, limpiando, comprando comida, sin regalos, claro, porque de algo me tenía que olvidar, pero no fue parte de nuestra niñez, supongo. Tampoco la comida, pero eso es fácil de adquirir como costumbre. Y en lugar de esas reuniones multitudinarias con gente que no conozco, o sí, pero no me interesa, fui egoísta. Solamente Manuel, Flora, Gastón, más el chico que vive en el mismo apto. que Gastón (larga versión para indicar que éste no es el novio) y otro un muchacho a quien jamás había visto, que fue apareado con Flora en la Universidad donde están en Drama School, para preparar un diálogo a presentar frente a los profesores y que hizo que los dos fueran elegidos para ir a N.York en la primavera a mostrarse y ver si consiguen agentes que los representen una vez terminado el college. Cada uno de ellos cree que el otro fue elegido gracias a la magnífica representación del que lo cree - espero haberme explicado, que al fin y al cabo esto es un mail, no una novela.

Ni supe que ese chico y ella se habían hecho más o menos amigos, pero llamó justo cuando Flora estaba en el avión de vuelta de N.York, diciendo que tenía que trabajar por lo que no podía pasar las fiestas con los padres, pero que igual ellos no festejaban... y ahí me encontré diciendo que carajo, que tiene que venir aquí, que nosotros tampoco festejamos sino que solamente comemos, y para mi terror, casi aceptó, pero no se convenció que realmente había sido invitado hasta el día anterior a la nochebuena cuando al fin habló con Flora y le preguntó qué pensaba hacer esa noche y ella le dijo que lo mismo que él, que era estar aquí... bue, eso.

Y estábamos los seis, y me multipliqué y empecé a elaborar comida para una semana, ya que uno nunca sabe cuando van a llevarnos a Treblinka; y salieron los cerdos y pollos y purés de boniatos, y cranberries, y chauchas almendradas, y fideos caseros! y salsa de curry, y panes, y tucos y quesos rallados, y vinos a montones, cervezas y cocacolas, y la piece de resistance, mi famoso double chocolate cheesecake que vale el ataque al corazón que sigue al primer y único bocado, que más es imposible, de puro asco. Olvidé decir que estaba decorada con chantilly y cerezas, y chocolate chorreado. Algo sublime.

Y la amable charla de darnos a conocer, y yo siempre me olvido que al fin y al cabo soy mayor y debo respetar a los jóvenes, pero no está en mi sangre y me largo a hablar en contra de la religión y los políticos sin darme cuenta que alguno de los comensales puede sentirse algo atacado pero no de anima a contestarle a la diligente señora que lo estaba alimentando...

Y después, pan dulce con cafés y jueguitos de salón tipo Scattergories, que era el que de chicos hacíamos con rayas en un papel cualquiera y poníamos 'autores, héroes, calles, presidentes, actrices, flores, colores', elegíamos una letra al azar pinchando un libro y todos tenían que llenar las líneas con nombres que empezaran con esa letra en cada categoría. Y ahora, mucho años antes de la computadora que no es buena para juegos de salón, salió eso mismo ya armado en caja, con libretas ya impresas con renglones numerados, unas tarjetas con las categorías que se pueden ir cambiando, y un dado con letras -dado de 23 lados, claro- y el ruidosísimo timer para marcar los exactos tres minutos y la gracia que nos hizo que en la categoría 'palabras de cuatro letras', que es básicamente todo el idioma inglés, dos de las personas pusieran la misma, que era 'ogre' que es ogro, lo que dio para una discusión casi freudiana. Ah, y ya éramos 7, porque llegó una amiga de Flora enorme y negra que ocupa todo el sillón, o sea que los demás estábamos en el suelo.

Y BJ (bi yei), el amigo de Gastón, anunciando públicamente su amor por Gastón y poniéndolo en el juego en la categoría de 'cosas frías', aunque a mí me negaron 'vidrio'.

Y cuando se hicieron las 4 de la manyana, nadie podía manejar y empezaron a desparramarse para dormir aquí mismo. Gastón y su amigo - que ama a Gastón pero no es correspondido - juntos en el cuarto de Gastón, y el amigo de Flora, Joel, que tiene novia seria en California, en el cuarto de Flora, teóricamente en la cama que está abajo de la de ella, la que se saca tironeando, pero que al otro día la tal cama apareció armadita y sin usar y los dos angelitos en la camita de Flora, cosa que ella jura que fue solamente porque se hicieron amigos durante esos ensayos pero que no pasaría nada, ni aunque él quisiera, porque ella como amigo lo acepta, pero nada más.

Y la llamada intempestiva de Robert - el real novio de Flora - llorando porque esa noche tenía que trabajar, cosa que no es de morirse ya que nunca trabajó demasiado, en realidad, y le tocó justo esa vez. Y Flora anunciando que ya de todos modos no quiere a Robert pero quiere seguir siendo su amiga y eso.

Y hasta algo de música escuchamos aunque nuestro tocadiscos está deshecho por lo que sacamos a relucir nuestros estupendos cassettes de Brassens y Chico Buarque aunque nadie los conocía. Y BJ haciendo crítica de cine en voz alta, que eso es lo que quiere hacer porque eso fue lo que estudió, pero es difícil conseguir trabajo por lo que trabaja en una casa de alquiler de peliculas para caseteras cuya única ventaja es que se puede llevar gratis todas las películas que quiera, y Gastón que trabaja de mozo de restaurante...

Y llegó el día siguiente y todos durmieron hasta las dos, y a esa hora ya no se podía hacer nada, o sea que vuelta a comer langostinos y sopa de matzo balls, que no sé qué ataque de cocina tuve, y charlamos más, y anduvimos tirados y jugando esta vez al Boggle, y cuando llegó la hora de irse, los obligué a palear el hielo durísimo para sacar el auto de Flora que estaba enterrado desde hacía una semana, y no pudieron decir que no aunque la temperatura era aterradora, y claro, les tuve que dar más sopa cuando terminaron.

Y al fin Flora se los llevó, y Manuel y yo pudimos mirar una terrible película tranquilos y Gastón se despidió y por el camino le dijo a Flora que fue la mejor Navidad que había pasado en su vida, que no había tenido ni un momento malo conmigo sino que sentía que estaba muy de acuerdo con algunos de los infinitos disparates que seguramente dije, y que la vida, en fin, es buena.

Y Flora todo eso lo contó llorando, porque le gusta volver a casa y tener los mejores padres del mundo y no hace falta decir que, por supuesto, yo también lloraba mientras Manuel ya roncaba plácidamente arrullado por nuestros llantos de mujer.

Y ahora ya pasó y tengo que escribir un trabajo para presentar el viernes que viene, y Manuel ya está en el laboratorio, y a Flora le tienen que sacar mañana los puntos de las muelas de juicio o sea que no tiene más necesidad de estar acá, y no sabemos cómo estirar todo esto un poquitito más...

elisa/uruguay/chicago
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Jorge:
No digo todos los días, pero si recibiera un mail como éste, digamos, una vez por semana, o aun cada dos semanas, creo que tal vez podría llegar a transformarme en una buena persona.

Muchas gracias,

Jorge.

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12-28-00
Si yo te escribiera una carta de estas por semana, me agarrarías a balazos apenas tuvieras la oportunidad. Aunque no sería necesario, porque ya me hubiera suicidado cocinando.

elisa (y claro, gracias por tu comentario)

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1-7-01
At 12:12 07/01/2001 -0600, you wrote:
De Elisa:
Che, al menos yo no te escribo ni forwardeo solamente enfermedades, o si?
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De Jorge:
No, claro. Desde luego no. Sólo de tanto en tanto me llamás por teléfono para mandarme a algún velorio.

Besos, J.
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alvartot@adinet.com.uy

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De Elisa:
¿¿¿¿y alguna vez fuiste????

elisa
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1-7-01
Por supuesto que no. J.

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At 21:24 07/01/2001 -0600, you wrote:
De Elisa:
>ajá.
>Es una de las respuestas más estúpidas que escribiste en tu vida.

De Jorge
Creo que podría conseguir alguna más estúpida todavía. Es cuestión de darme tiempo. J.