Sunday, January 23, 2011

2002 - Las riquezas de mi tía Pola

12-23-02 ¿Qué se hizo de la plata de mi tía Pola? (la hermana mayor de mi mamá)

Por allá por 1960, mi tía ya no tenía a quien mantener, porque mi prima se había ido. Ella misma vivía con nosotros y no gastaba en absolutamente nada. Para ir al trabajo, desde el centro a Millán, cerca del 2515, la mayoría de las veces iba y volvía a pie para ahorrarse el pasaje del tranvía. Al trabajar dos turnos y por ser conocida de los dueños, el sueldo era de los más altos que se pagaban en esa fábrica de ropa de lana.

Mi tía no era gastadora. Más bien siempre fue conocida por su atroz tacañería - de ahí las historias de maridos huyendo de ella, del cuarto de pollo hervido cada día para mi prima y mi tía chupando solamente los huesitos que sobraban, de regalos inexistentes para sus adoradas sobrinas en días de cumpleaños, e incluso de una cierta desaparición de unos dinerillos que habían venido de regalo, de los cuales nunca hubo noticia, salvo los rugidos de mi tía y sus gritos reclamando la muerte súbita de quien fuera que hubiera tomado esa plata. Nadie murió.

Un día llamó a mi cuñado, el único de la familia que estaba entreverado en negocios de algún calibre, y le pidió que le cambiara un poco de plata uruguaya que ella tenía, a dólares. Que se sentiría más segura así. Mi cuñado asintió y lo vimos pálido, cuando vio la suma a la que se refería. Fue a cambiarlo y le dio el sobre a mi tía. Esa noche, mi cuñado estaba a punto del soponcio, y dijo: "Cambié plata por valor de 15 Volskwagens". Él se acababa de comprar el tal auto, a crédito, con gran esfuerzo, y el hecho que alguien pudiera tener amarrocada semejante suma sin usarla, lo mantenía cerca del ataque cardíaco. Los '15 volkswagens' pasaron a ser en mi familia la cifra máxima a la que alguien pudiera aspirar a juntar en la vida. Cada vez que se hablaba de alguien muy adinerado, la frase era:
'Seguro que si X quiere, se puede comprar 15 Volkswagens'

Poco tiempo después nos llamó a mi hermana y a mí para que le fuéramos a abrir una cuenta en un banco, por si algo le pasaba a ella. Quería la cuenta a nombre de mi hermana y de sí misma. Yo debía ir como personaje de confianza, para asegurar que mi hermana hiciera lo que mi tía quería. Creo que yo era menor de edad o algo parecido.

Fuimos al banco y sacamos el paquetito del dinero. El empleado se sobresaltó al ver una enorme cantidad de billetes de $50, de los viejos, los grandes, tamaño sábana, que habían sabido valer una enormidad. Para la época en que los estábamos depositando, ya se podían cambiar solamente en bancos, porque habían desaparecido de circulación. El pobre empleado, muy respetuosamente, lo único que pudo decir ante tal despilfarro fue: 'Señora, ud. ¿está loca? ¿sabe cuánto valía esto?'.
Mi hermana lo miró seriamente y contestó: "Dígame, ud. no tiene tías viejas?". El empleado asintió y con gran tristeza procedió a abrir la cuenta.

Pasaron los años, mi tía estaba ya vieja y se le ocurrió que no quería tramitar su jubilación. Nunca supimos por qué ni hubo modo de que entendiera. Como vivía en casa de mis padres, no necesitaba la jubilación, aparentemente. O temía vaya a saber qué.
Su hija estaba por salir de la cárcel con intenciones de irse a Suecia. Mi papá trató de convencerla que le diera algo de plata a la hija que seguramente la iría a necesitar. Furiosa, mi tía declaró que ella no tenía ni un vintén. Mi cuñado la enfrentó con el recuerdo de aquél dinero que él mismo le había cambiado y ella declaró que hacía mucho lo había vuelto a cambiar a uruguayos de modo que ya no existían. Nadie le creyó. Si no pudo cambiarlos a dólares la primera vez, ¿cómo se había animado a ir a un banco y cambiarlos a uruguayos? Y eso se sumaba al problema de que jamás habíamos podido ir tranquilos a tender ropa al fondo, porque mi tía se instalaba en la puerta de su apartamentito para vigilarnos concienzudamente. Todos pensaban que ella tendría algo escondido por allí.

Durante los últimos 10 años de su vida no se movió de su casa, sobretodo en fines de semana. Nunca dejó que nadie entrara a su habitación. La humedad en el Barrio Sur era terrible y mi papá hacía arreglar nuestra casa cada tanto. Nunca se pudo arreglar el apto. del fondo. Ella no lo permitía. Se había hecho construir un dormitorio adentro del otro, una especie de bunker sin ventanas, que solamente tenía una puerta metálica y una llave especial. Desde que terminaron la construcción, jamás ventiló esa habitación.

Todos tomamos turnos en tratar de convencerla que si tenía algo, que hiciera lo posible para que le quedara a su hija. Testamento, o número de cuenta, o algo razonable. No hubo caso. Se ponía roja de furia, y gritaba que le queríamos robar lo que le pertenecía. De a poco, nos fue dejando de hablar.

Un día llamó a mi sobrina Adriana, a quien adoraba, y le dijo: "Cuando yo me muera, queda todo para vos". Se lo dijo un día en que se sentía realmente muy mal. Pero mejoró. Mi sobrina trató de recordarle lo dicho, preguntándole qué era y dónde estaba lo que se suponía que heredaría. Con la misma cara roja de furia, mi tía la declaró ladrona.

Murió. Murió no sé cómo, yo ya estaba en los EEUU y me llamaron para avisarme que había sido de golpe, probablemente del corazón. Ya tenía más de 90 años, era la mayor de las hermanas, y nunca supimos bien su edad.

Apenas removido el cuerpo, la familia entró a esa habitación. Estaba todo resbaloso de humedad. Revisaron colchones, caños, paredes, y nada. Nunca más se supo qué había pasado con los 15 Volkswagen que mi tía supo acumular.

2002 - Mensajes cada vez más privados, de modo que ahi van anagramas

5-5-02 sensible grieta
...es un lindo anagrama de Elisa Steinberg.


J.

PS: Tangible seréis ---no es tan lindo.


Pero: en agreste bilis --tiene lo suyo.
En risible gesta ---no está tan mal.
Tigresa en bisel ---es interesante.
Bestia en el gris ---es tremendo.
Estela bien gris --- un poco menos tremendo.
El bien es gratis ---está buenísimo!
Bagre sin elites ---me parece un tanto ofensivo.
Batirles ese gin --aceptable.
Rin... siete belgas ---(siete belgas tocan timbre)