Tuesday, December 27, 2011

El cheshteimberg

El Che Shteinberg – de cómo mi papá pasó de Arn Shloyme a Iosl, y por qué todo el mundo le decía ‘Bérele’.

A veces los nombres de uno no son fáciles de mantener. Mi papá, en Brezne, el shtetl donde vivía, nació y fue Arn Shloyme (Arón Salomón) durante los primeros 18 años de su vida. Y desde ahí, el zafarrancho.

Para explicar esto tengo que ir hacia atrás en la historia y recordar que mi abuelo era el Melamed (maestro) del pueblo, lo que significaba un sueldo miserable y muchísimos alumnos en su casa. Enseñaba religión y todo lo demás, tipo escuela primaria. Es curioso que los maestros en todo el mundo y en toda época, hayan sido y sean los trabajadores peor pagos que se pueda imaginar.
¿Cómo explicar el nivel de pobreza? Tal vez alcanza con contar que entre los cuatro hermanos y una hermana, tenían un solo par de zapatos, que usaba quien necesitara ir a hacer algún trámite a Kiev.

Cuando los 5 hijos ya estuvieron en edad de empezar a buscar trabajo, mi abuelo les preguntó: ¿Uds. quieren enseñar o trabajar? Dada esa dicotomía, - aparentemente ‘enseñar’ no era un trabajo - todos eligieron ‘trabajar’. Uno juntó una bolsa con artículos de costura y salió a vender por ahí, otro entró de aprendiz de carpintero, y mi papá, de relojero. Lo mandaron a Kiev, donde tenía que trabajar durante tres años bajo el mando de un relojero de allí. El primer año, había que pagar. El segundo, ni pagar ni cobrar, y el tercero, ya algo de plata podía ganar, descontando la comisión del maestro relojero.

Mi tío mayor, Iosl, a los 18 años, llegó a la edad de la conscripción. En Polonia en esa época era temporada de guerra y la maldita conscripción ¡era por 5 años! Y allí fue mi tío, pero en 1916 desertó del ejército polaco y se unió al Ejército Rojo (¡vieron de qué estirpe vengo!) hasta el fin de la Revolución. Como se sabe, los rusos ganaron pero entonces ya no había donde pertenecer y por lo tanto ese tío tuvo que volverse a Brezne. Si los polacos lo agarraban, lo mataban por desertor, por lo que apareció vestido de mujer, de noche, en pleno invierno y con una pulmonía violenta. Entró en la casa donde el padre se estaba muriendo. Lo pusieron a él en una habitación, al padre en la otra, y toda la familia en la pieza central, donde se cocinaba y se vivía. Piso de tierra y horno a leña. Un cierto médico del pueblo recomendó ‘aire puro’ para el tío y cierta medicación para lo cual no había plata, por lo que ni se discutió el asunto. Dada la temperatura reinante, sacarlo al ‘aire puro’ no era posible, por lo que los 4 hermanos menores decidieron hacer lo razonable, que fue cortar un pino y meterlo a prepo adentro de la casita, así el oxígeno le llegaba al hermano (¡!). Aparentemente el remedio funcionó, ya que Iosl sobrevivió ese tratamiento. El padre no, y murió, en sábado, con la familia en tal estado de pobreza, que tuvieron que comer pan negro para el Sabbath, ya que el pan blanco no se podía comprar sin dinero. Lo más importante fue que todo el pueblo fue a su entierro. Los cristianos entraron por primera vez al cementerio judío, lo cual fue un honor irreemplazable.

¿Qué hacer para sobrevivir? Idea: Al Melamed le correspondía por honor un asiento en la sinagoga, en la fila de adelante. Mi padre decidió venderlo al mejor postor. Marchó a la sinagoga y empezó a ofrecer ese asiento a los judíos más ricos del pueblo, insultó al rabino que le decía que ese asiento no le había pertenecido legalmente jamás al padre y por lo tanto no lo podía vender, y cuando los ricos empezaron a hacer ofertas, al fin, se lo adjudicó al más generoso.

De ahí en adelante, los cuatro hijos y una hija trabajaron en lo que pudieron. El hermano mayor, el que se había salvado de la pulmonía, murió un par de años más tarde, no sé bien de qué. Mi papá ya había decidido que se tenía que ir a los EEUU o a cualquier otro lado, porque la miseria era realmente insostenible. Alguien tenía que mantener a la madre y a la hermana menor, que no era todavía adulta.
El problema es que mi papá estaba llegando a los 18 años, o sea que la conscripción no le permitía irse del país antes de terminarla y cinco años más, era imposible aguantar.

Entonces sucedió un milagro: un incendio voraz liquidó todo el edificio del ayuntamiento, donde estaba toda la información civil de ese pueblito. Gran solución. Todo el asunto de la deserción del hermano mayor quedó en cenizas, incomprobable. Mi papá (Arn Shloyme), usando el documento de su hermano (Iosl, o sea José), se apersonó y declaró que él era José Steinberg, que había ya hecho todo el servicio militar necesario, que le habían sellado un papel que verificaba el asunto, y que quería un pasaporte para poder viajar al extranjero. Los empleados lo quisieron sacar a patadas – mi papá no parecía tener 23 años, edad en la cual el servicio militar ya podía haber estado legalmente terminado – pero dada la imposible verificación de documentos le tuvieron que dar un pasaporte donde él aparecía llamado ‘Iosl Steinberg/José Steinberg’ y así se puso a buscar dónde ir.

Lo primero de lo que se enteró fue que las cuotas para emigrar a los EEUU estaban cubiertas y cerradas. Desde Polonia, no se podía conseguir visa. Una opción era irse a Argentina o Uruguay, y desde allí, o establecerse, o tratar de conseguir un modo de pasar a los EEUU. Mi papá fue a consulados, o embajadas, o quienes fueran los representantes de estos países en esa época, y tanto en Argentina como en Uruguay, le dijeron que sí, que en el sur no había relojeros buenos, que como tal tendría trabajo en cantidad y que esas tierras lo aceptarían con una gran bienvenida.

Así es como mi papá en 1921 subió a un barco rumbo a Argentina. Durante la parada forzosa en Montevideo, mi papá miró el puerto y vio por ahí ‘a un judío conocido’. Y como tanto le daba, agarró su bolsita y bajó, para quedarse en Uruguay. De todos los desastres futuros, el primero fue darse cuenta que lo que le habían dicho era cierto, que no había relojeros, pero se olvidaron de aclarar que tampoco había relojes. En toda la ciudad había 3 grandes relojes, uno en cada una de las tres plazas, y nadie poseía reloj pulsera.

Eso ya le complicó la vida, pero además, estaba el asunto de su nombre. Los amigos sabían que era ‘Arón Salomón’, pero que su nombre legal era ‘José’, por lo que optaron por un sobrenombre genérico – Bérele, que significa ‘osito’ – y así se llamó todo el resto de su vida. Mi mamá, que provenía del mismo pueblo, aunque de chicos nunca fueron amigos, optó por darle un nombre que para mí, fue el único que le escuché. “Che Steinberg”. Pronunciado como se debía, ella siempre decía: -Cheshteimberg, ¿qué querés comer hoy? -Cheshteimberg, ¡no seas idiota! -Cheshteimberg, tus hijas necesitan algo… De chica yo creía que su nombre era, efectivamente, cheshteimberg.

Otro resultado de la complicación de documentos fue que mi papá nunca cumplió años. No se acordaba ni del año en que nació, y mucho menos el mes y el día. Nadie celebraba eso en Brezne. Cuando llegó a eso de los 80 años, un día se le ocurrió decirnos a mi hermana y a mí: “Mi cumpleaños es el 17 de abril”. Nadie le creyó, pero a partir de ese día pudimos al menos comprarle algún regalo en la fecha que él mismo eligió.

Algo que nunca me quedó claro, fue que cómo un melamed, responsable y religioso, se las ingenió para tener 5 hijos ateos y bolches. La sospecha es que eso ya venía de familia, y que el melamed no había sido muy fiel a su religión.

Agregado, para un amigo que quería saber cómo siguió esta historia:

Desgraciadamente, la respuesta es muy corta. Mi papá trabajó años en cualquier cosa - la construcción del Palacio Salvo, la instalación de vías de tranvía, y un buen tiempo como guarda en esos mismos tranvías. Militaba en el partido y fue preso muchísimas veces.
Años más tarde, pudo empezar a trabajar de relojero.
Mientras tanto, mandaba todo lo que ganaba a Polonia y vivía como podía, en habitaciones de a varios y comida más o menos.

Cuando las cosas se pusieron feas trató de traérselos a todos, pero los hermanos se habían casado, tenían hijos (primitos y primitas míos) y las mujeres no podían dejar detrás a sus propios padres. Empezó el nazismo, pogroms, etc., pero los hermanos decían 'no nos va a pasar nada, acá en el pueblo nos conoce todo el mundo, nadie nos va a hacer daño'. Al tiempo se construyó cerca de ahí un campo de concentración, y se los llevaron. Murieron todos en las cámaras de gas. Una primita mía de 7 años también marchó, pero alguien que se salvó del campo, le dijo a mi papá que la nena había muerto de sarampión, unos días antes del gaseado . Me acuerdo que mi papá estaba contento porque la nena no había ido a las cámaras de gas. (gran alegría, supongo...). Igual, él se alegraba de eso.

Y cuando yo ya tuve uso de razón, lo primero que me explicó es 'cómo matarse sin siquiera sentirlo'. Era llenar la bañera, abrir el gas del calefón (que estaba en el baño, claro), meterse en el agua y así ... uno se moría sin darse cuenta, tranquilo y dormido.
Siempre supuse que eso era parte de su culpa del sobreviviente y que trataba de pensar que todos sus familiares habían muerto sin sufrir.

Monday, October 31, 2011

A potato peeler's story

A potato peeler’s tale.


(This is the short, concrete version. If someone cares to know more details, they could refer to the long and boring explanations that will follow this one, some day, when I write them down).

The plastic blue potato peeler followed me most of my life. It was a loyal, intransigent and irreplaceable friend. Considering that every few years I need to change countries, careers, and husbands, the story of the potato peeler has been a beacon in my life (and yes, a common place like no other).

It started its life as my potato peeler in 1964, in Montevideo, when I found it in a small bazaar in San José and Convención. It came with me to Buenos Aires, to spend my 1st marriage together. I can’t explain the reasons for that marriage. I was 19 years old.

In 1969 I suddenly realized I had to leave Buenos Aires, my marriage, my career and my few material possessions, and go back to Montevideo, potato peeler in hand, to a new relationship that was developing with an old friend from my childhood and teenage years.

The three of us lived together, the potato peeler in a kitchen drawer and the two of us in a series of small apartments, for 7 years. I was studying Architecture and wasn’t too far from graduating. Then, came the dictatorship. Around 1976, I started to feel that what looked like it was going to last forever, might not; that we may be afraid; that we may want to change. Hard to describe, for it was very intimate and even a little bit sad. A piece of the chaos had entered each and every one of us. The feelings were getting erased, and then … I had to leave the country. One day, my father came into my apartment, clapping his hands and saying “boino, afoira” (well, out!). I was so distracted, I thought this was because my parents had found out my future husband number three had already appeared somewhere in the sky. And then it hit me. I couldn’t believe my father was serious, that I really had to leave the country, otherwise … I reacted, grabbed two pair of panties, a toothbrush, and my potato peeler, and announced “I’m ready”. My father, scared, but with a cool head, managed to get all his paternal feelings together and said, “Don’t be an idiot”. He continued: “Get a normal suitcase, put normal clothes inside and go to the airport, like a normal person”. My father, as usual, with his years of Bolshevik experience, knew what to do better than I did.

I managed to do everything he had told me to, with a short 24-hour delay just to make sure things were really as bad as they looked. They were. It was March, but already very cold. I wore a gamulán with deep pockets. It was interesting going to the airport wearing a tourist face, approaching the counter, and asking for a round-trip ticket. The girl behind the counter took my ID, went into a small office, came out, and said “‘Round trip? Are you sure?” I put my faith in all the saints that I didn’t believe existed, squished the plastic blue potato peeler in my pocket, and answered ‘yes’ with total calmness… Have you ever felt you were going to shit your pants? This would have been the perfect moment for it. I thought I wouldn’t be able to get too far, but I walked onto the airplane, and then crawled out again without anyone noticing me, down to the runway, to push it from behind and make it go up as soon as possible.

My heart felt like an old 78RPM record, the kind that got scratches all over it. Finally, when the airplane started to taxi up the runway, I slithered back in thru a little hole, and reappeared in the bathroom, wet and smelly, and breathing heavily.

I landed in Buenos Aires, which might have been at that time the only place in the world even more dangerous than Montevideo, but I couldn’t go any further for simple lack of money. While I was in this process of leaving my country I, kind of absent-mindedly, separated from my husband No. 2 as well. He became my favorite ex-husband, which is no small feat.

During my first week in Buenos Aires I was the poor imitation of a zombie. How it feels to lose everything, absolutely everything, from one moment to the next, is not easy to explain. I felt like I was walking on cotton clouds, with nowhere to go, and nowhere to sleep. I couldn’t go downtown, because the Uruguayan police was there, along with the Argentinian police -the guys helped each other out.
I couldn’t call home because the phones were tapped. I wasn’t allowed to know anything about my family, my friends, my job, my studies, my city or my country. You survive, but then you shouldn’t complain later in life when it hits you back. You have to keep your sense of humor. It’s as simple as that. Walk down the unknown streets smiling, so no one will guess that …
My current husband came to Buenos Aires not too long after that – just by sheer coincidence, the night before one of the bloodiest Argentinian coups in history – and together we stepped into the craziest adventure I could ever have imagined. In the middle of all that fear, I started a new life with an unknown goy who had no job, no career, two recently adopted daughters who remained with his ex-wife, and a life in a country at a time that wasn’t too promising. We moved into a delirious long term cheap little boarding house, “Don Julio’s Pensión”.

The potato peeler did its job well. Potatoes were the only food we could afford. That is a lie. We ate almost only noodles and liver, which provided the most proteins and calories for the lowest possible price. Later, never again did I eat that combination. The atmosphere was one of real terror and the only thing we could do was to keep our sense of dark, really dark, totally dark, humor. “Don Julio’s” boarding house, recommended to us just because it was far away from downtown, was full of Uruguayans, too well known to everybody. But there was no other option.

Through nothing short of a miracle, I found a job as an architect. Manuel applied for a fellowship that required a degree in Medicine, and decided to do whatever he needed to get that degree. He managed to study in the freezing ‘pensión’ while I was working. He earned the degree by practicing in different hospitals around Buenos Aires – the mess was such that he was not only allowed to enter the hospitals, but could also follow professors around and even perform rectal exams on the poor patients in order to practice. He would travel back to Montevideo to take the three exams he still needed to finish – he was able to go, not too calmly, but he could.

One day, he called me at work to tell me he was an MD. That same day was the deadline for the fellowship, so I shook my ankles, opened up my little wings, took flight, and glided above the gorgeous city up to the Central Post Office, to mail an envelope to the Guggenheim Foundation. They normally receive thousand of requests every year, and some common sense people would know that the fellowships are practically impossible to get. We immediately forgot all about it, and decided to take care of some details we had been neglecting, so we decided to get pregnant. We, of course, weren’t about to put our lives on hold for the simple reason that we had nowhere to live, or anything to live off of.

Contrary to my expectations, Manuel’s innate optimism worked its magic. A few months later we found out he had gotten the fellowship. I was very pregnant by then, and we asked for a deferment so by the time we travelled, the little baby could at least hold his head up on his own. We were leaving for the United States, to Yale University in New Haven, which we really didn’t know anything about. We were planning on staying there for a year, perhaps two, if there was no other possibility. I was in charge of the suitcases. All of our worldly belongings fit into two suitcases, plus a little collapsible baby bed/bath.

Holding my plastic blue potato peeler, I managed to shove in those suitcases what I could. All the rest, consisting of weird stuff like tools – an old hammer, some screwdrivers … because one could never know if it would be possible to find such valuable items in the US – plus a small vase, and my big woolen poncho – a present from my mother-in-law – went into a trunk belonging to a friend’s grandmother, which she had brought with her 50 years earlier, when she moved from Poland to Argentina. That trunk had a longer history than ours. We still have it. The potato peeler didn’t go in the trunk, but rather with me, in my purse. Strangely enough, that was 35 years ago… and I still feel I have to ask for forgiveness, when I explain that we just started to stay in the States, simply staying.

About 10 years ago, my plastic blue potato peeler started, reflexively, to peel itself. It turned almost white, with a new scaly texture. I immediately dedicated my life to find a substitute.
Clearly, it’s way easier to find a husband than a good potato peeler. I managed to get about ten (potato peelers, I mean, not husbands) but none could match that endearing original. Finally I found an acceptable one, red, Made in Germany, good, but not perfect. At that moment, I stopped peeling fruits, vegetables, and elephants, and started cooking everything with the peel still on. Even bananas. The plastic blue potato peeler is now in a kitchen drawer, and every once in a while I stare at it, realizing I can be faithful to at least one thing for many, many years.

Thursday, September 29, 2011

Historia de un pelapapas.

Historia de un pelapapas.

(Ésta es la historia corta y concreta y si a alguien le interesan los detalles, puede referirse a las explicaciones largas y aburridas que van a ir después de esto, algún día, cuando las escriba).

El pelapapas de plástico azul me acompañó toda la vida. Fue un amigo leal, intransigente e irreemplazable. Considerando que en mi vida, cada pocos años, tengo que cambiar de país, de carrera y de marido, la historia del pelapapas es un faro luminoso (y un lugar común como el que más). Empezó su vida de pelapapas en el 64, en Montevideo, como regalo de mi hermana de una casa de artículos para el hogar de la calle San José. Vino conmigo a Buenos Aires, durante mi primer matrimonio, del cual aún no entiendo bien las razones. Yo tenía 19 años. (A).

En el 69, de golpe, me di cuenta que me tenía que ir de Buenos Aires, de ese matrimonio, de la carrera en arquitectura, dejar todo lo poco material atrás y volver a Montevideo, pelapapas en mano, a una nueva pareja que se desarrolló a partir de un gran amigo de la infancia y adolescencia. (B)

Convivimos los 3 (el pelapapas en el cajón de los cubiertos, nosotros en algunos apartamentos chiquitos) durante 7 años. Yo seguí con arquitectura en Montevideo y llegué cerca de terminar. Dictadura. Por ahí, ya en el 76, descubrí que lo que uno puede creer que es ‘para siempre’, no lo es. Que se puede tener miedo. Que se puede querer cambiar. Difícil de describir, por ser algo muy interno y hasta ligeramente triste e inestable. Parte del caos del país que penetró en cada uno. Y me dio miedo darme cuenta cómo algo que creíamos tan inamovible se deshacía, como los sentimientos se iban borrando y encima… que me tenía que ir de Uruguay.
Mi papá entró un día a casa, inesperadamente, a decirme, golpeando las manos, “boino, afoira”. Yo estaba tan distraída que pensé que sería por él haberse enterado que ya había aparecido en el firmamento el que después fuera el marido No.3 y ni se me ocurrió que era en serio, que había que irse, que si no…
Al darme cuenta de la realidad, agarré 2 bombachas, el cepillo de dientes, el pelapapas, y anuncié ‘Estoy pronta’. Mi papá, con gran temor, pero con la cabeza más organizada que vi en mi vida y con un orgullo que sobrepasaba todos los temores, logró su mejor expresión de cariño paternal y me dijo claramente: “No seas idiota”. Y siguió: “Agarrá una valija normal, poné adentro ropa normal y andate al aeropuerto, como una persona normal”. El viejo, como de costumbre y por su larga experiencia de bolche irredento, con más entradas en la cárcel de las que alguien puede tolerar, tenía todo más claro que yo. (C).

Hice lo que me ordenó, con un cierto retraso de 24 horas, para asegurarme que las cosas estaban realmente tan mal como parecían, y sí, lo estaban. O peor. Era recién marzo pero ya hacía frío. Me puse un gamulán con profundos bolsillos. Fue interesante entrar al aeropuerto con cara de turista e ir al mostrador a pedir un pasaje de ida y vuelta. La chica que atendía tomó mi documento de identidad, entró a una oficinita y al salir me dijo ¿Seguro que ida y vuelta? Me encomendé a los santos que no existen, apreté el pelapapas de plástico azul que llevaba en el bolsillo y dije que sí, con total desenvoltura. ¿Alguna vez alguien se cagó encima? Ese hubiera sido un buen momento. No pensé que me dejarían salir. Subí al avión y volví a bajar sin que nadie se diera cuenta, para empujarlo a ver si levantaba lo antes posible. El corazón me funcionaba a 78 RPM, de esos que se rayaban. Cuando al fin empezó a carretear, me agarré fuerte a la carcasa, volví a entrar al avión reptando por un agujerito y reaparecí en un cuarto de baño, algo mojada y maloliente pero con un gran respiro. Pasé así a Buenos Aires, que debía ser el único lugar del mundo peor que Montevideo, pero no había plata para ir más lejos. Y de paso, ya que estaba, como al descuido, me separé de mi marido de esa época, el No.2. Pasó a ser mi ex marido favorito, elogio nada desdeñable, por cierto. (D).

La primera semana en Buenos Aires fui una mala imitación de zombie. Perder todo de un momento a otro, no es sencillo de explicar. Caminar sobre algodones, sin tener dónde ir ni dónde dormir. No se podía ir al centro, porque había policía uruguaya, además de la argentina (los muchachos se ayudaban mutuamente). No se podía llamar por teléfono, porque estaban intervenidos. No se podía ir a casa de conocidos porque mezclaríamos los líos de ellos con los nuestros y eso era peligroso para todos. No se podía saber de la familia, ni de los amigos, ni del trabajo, los estudios, la ciudad, el país. Se sobrevive, pero a no quejarse años después de las complicaciones. Había que mantener el humor, eso por sobretodo. E ir por las calles sonriendo, para que nadie pensara que…

Mi marido actual vino a Buenos Aires no mucho después (justito la noche del golpe de estado en Argentina) y nos largamos a la aventura más disparatada que podríamos imaginar. En medio del terror, me fui a vivir con un goy desconocido, sin trabajo, sin carrera, con familia y hasta dos hijas recién adoptadas que quedaban con su ex esposa, y en un país que no prometía alivio de ningún tipo. Nos fuimos a vivir a una delirante pensión. (E).

El pelapapas de plástico azul funcionaba bien, ya que papas era lo único que nuestro poder adquisitivo nos permitía comer. Mentira, comíamos casi únicamente fideos con hígado, que proveía la mayor cantidad de proteínas y calorías por la menor cantidad de dinero. Nunca más volví a comer eso. El ambiente era de terror y lo único que funcionaba era el humor negro, negrísimo, totalmente negro. No había otra opción. La pensión de Don Julio, que alguien nos había recomendado simplemente porque quedaba lejos del centro, resultó estar llena de uruguayos demasiado conocidos nuestros. No había otra opción.
Por milagro conseguí trabajo en arquitectura y otro en inmobiliaria, Manuel llenó los formularios para una beca para lo cual era necesario un título en Medicina, decidió seguir estudiando en la pensión helada mientras yo trabajaba y se recibió practicando en Buenos Aires (el despelote era tal que lo dejaban entrar a hospitales, seguir a profesores normales y hasta hacerle tactos rectales a los pobres enfermos internados, para practicar). Se iba a Montevideo a dar los exámenes que le quedaban - él podía ir, no muy tranquilo, pero podía. (F)

Un día me llamó a avisar que ya era médico y ese mismo día vencía la fecha de envío de la solicitud de la beca, por lo que sacudí los tobillos, abrí las alitas de Mercurio y volé por sobre esa hermosísima ciudad hasta el enorme Correo Central a mandar la carta para la Guggenheim - que la solicitan miles y miles y cualquier persona con sentido común sabría que era imposible conseguir, dado que se la dan a 25 por año. Inmediatamente nos olvidamos del asunto y para concretar algunos detalles, quedé embarazada por decisión mutua. Caramba, que la vida no se iba a detener por detalles como no tener dónde ni de qué vivir. (G)

Por supuesto, el optimismo innato de Manuel, funcionó. A los pocos meses nos enteramos que le habían concedido esa beca. Pedimos un año de prórroga, para viajar con una criatura que al menos mantuviera la cabeza levantada por su cuenta. Nos íbamos a los EEUU (New Haven, Yale University, que ni sabíamos lo que era…) con la intención de permanecer por allí un año, tal vez dos, si no había otro remedio. Armamos valijas para venirnos, - todas nuestras pertenencias en la tierra: una sola valija por adulto, más una cuna/baño plegable del bebé que ya tenía 6 meses - y las armé, pelapapas en mano.
El artefacto vino en mi valija y no en el extraño baúl de metal que había llevado a Argentina desde Polonia la abuela de una amiga -ella nos donó ese baúl por temor a que sus hijos se ahogaran encerrándose dentro de él - lleno de artefactos inútiles, martillos usados, floreros y ponchos de lana que también había logrado despachar, por si esas cosas no se conseguían en los EEUU. Misteriosamente eso sucedió hace ya 35 años, con otro embarazo e hija de por medio… y todavía vivo pidiendo perdón cada vez que tengo que explicar que nos fuimos quedando en los EEUU, simplemente quedando… (H).

Hace unos 10 años el pelapapas de plástico azul se conjugó reflexivamente y empezó a pelarse a sí mismo. Me dediqué de lleno a la búsqueda de un sustituto. Claramente, es mucho más fácil conseguir marido que un buen pelapapas. Tengo cerca de diez (repito: 10 pelapapas, no maridos) pero ninguno como aquél. Al final conseguí uno, rojo, Made in Germany, potable, pero no perfecto. Y en ese momento dejé de pelar frutas, verduras y elefantes, y cocino todo con cáscara. El pelapapas azul sigue en el cajón de la cocina y de vez en cuando lo miro para recordar todo lo que viajó y para darme cuenta que puedo serle fiel a algo durante muchísimos años.

Sunday, September 4, 2011

Veo que hablo de otra gente, pero nada de mí misma. Es que hablo de cosas que conozco, y a mí... no, no me conozco para nada. Siento como que voy por el mundo porque la tierra gira y me lleva. Uh, estoy con insomnio. Mejor no filosofo a estas horas.

Thursday, June 16, 2011

Jaimito

Imposible creerlo, pero Jaimito ya no está. Aquel Jaimito...

Monday, June 6, 2011

Abortions - in English

Abortion Guilt is a Social Construct

(ES Original: Oct 09; Revised Dec 10; JLH Review June 11, GD June 2011)

I have been always intrigued by the difficulties surrounding abortion issues in our times. My parents faced them without anguish, fear, or discussions. In the Zhitlovsky organization, according to my mother, everybody knew when a woman had one. It was as open as talking about salaries earned.

I vividly remember my mother’s explanations about sexual relationships. Her doctor had told her that it was ‘psychologically bad’ (sic) to be preoccupied about pregnancies, and if they happened, you got an abortion, and that was that. No existential terrors, regrets, or doubts of any kind. The only necessary condition in order to have an abortion was, naturally, to be pregnant.

I asked her once if there weren’t any, a little bit less radical, forms of contraception, and she told me there was a pill called “L’amour de Paris” (suggestive name, isn’t it?) which needed to be dissolved in lukewarm water, and then shoved inside with a rubber syringe, within 15 minutes of the deed. This was impossible, -she said. I remember looking at her with a doubting face, asking why something that sounded so easy, was so impossible. She gave me the look of “don’t be stupid” and explained the logistics: leave the rented single room where they lived, pass through the open patios, go to the back of the tenement house where the bathroom was, get water, come back, start the ‘Primus’ (a cooking device that uses kerosene), pump as needed… and by the time it was all ready, the 15 minutes were long gone. That’s when I realized how ignorant I was about such poverty. I couldn’t even imagine a time when getting warm water was so difficult.

This means that my mother, who could have been a great Rabbi’s wife, in which case instead of just one sister I would have had at least 15 siblings, paid heed to her doctor’s advice. My sister was born in 1930, and from then on, an abortion every couple of months, until 1944.

So what about the theater? Uh, that’s a side story. Once, a female director from Buenos Aires – I don’t remember her name - came to direct the Zhitlovsky theater group. She was bossy and intransigent. And my mother, recalling that time (and still upset about it), told me about how disgusting she thought the woman was. “She made me go up and down a table about 20 times, and when I started singing my revolutionary song, she would tell me I was doing it all wrong. And the bitch knew that very same morning I had had an abortion!” Needless to say, not only the director, but also the whole cast knew about it, and everybody else too. It was just natural. And no one thought it strange my mother would go to the rehearsal that night, as if it were any other day.

The theater group and the fans in their audience were like a large family. I can’t forget the evening when in one of the plays, rehearsed night after night for about 6 months - in order to perform it a single time-, my mother had to place her hands on her hips and scream ‘Ha!’ Regrettably, that time, her dentures flew out of her mouth, landing in the third row. Oh, the horror! But it wasn’t a problem. A kind spectator picked them up, stood up, and gave them to my mother, who quickly put them back in her mouth, without even cleaning them, and the play kept on going with no troubles.

Moishe wasn’t as lucky (that’s not his real name, but perhaps he was a relative of someone reading this lines, and I don’t want family problems on my head). The scene was a Nazi attacking a Jew with Moishe as the Nazi. The Nazi had to jump on top of the other guy, and as a result of his effort to strangle the Jew, a big explosive fart came out of the Nazi’s ass. The theater had good acoustics, so from that day on, the poor guy came to be known as ‘Moishe der forts’ (Moishe the fart), and that name stuck with him till his death.

But let’s go back to my mother’s abortions. They went on and on, until she was 43 years old. When she didn’t get pregnant for a whole year, she felt relieved, thinking her eggs were long gone, as well as her problems. When at the age of 45 she stopped menstruating, she thought ‘OK, that’s the menopause’, and didn’t pay any more attention to the issue. Four months later, “the menopause” started kicking. Big shit. She ran to the doctor, but he only said: “Lady, congratulations and good luck. You know I don’t do abortions in advanced pregnancies”. She yelled at him, but got no answer.

And then, -she told me-, when she got back home, she filled a container with the wash (remember those large, round, metal containers?) and went up to the roof using a little ladder. When almost up there, she let herself fell backwards, firmly holding the heavy container, in order to really hurt herself badly enough for a hemorrhage to occur. If she ended up in a hospital, she knew they would do a proper abortion, no questions asked. And maybe she could even miscarry without any added help needed. She never thought, even for a second, that she could be seriously injured, and that she was putting her own life in danger. And of course she didn’t think I was too young to hear that story and properly understand it. I was, clearly, not old enough.

Years later, I realized each of my friends had a single sibling, many years older than themselves. I believe they all went down the same road. Their immigrant parents had a child as soon as they got married, because they wanted to. Then, after many years of abortions, they had a late offspring before they could get rid of it. Of course, the economy helped dictate that result. During the 40s, our parents were already in a better economic situation than when they were newcomers to Uruguay, so a second child wasn’t so dramatically difficult at that time.

Yet, I’m still interested in what I said at the beginning. So, why are abortions considered so traumatic today? If the social group accepts them with no remorse, there are no interior dramas. I don’t believe any of our parents had suffered at all for those lost fetuses. The “traumas” of abortion are clearly social.

Monday, February 28, 2011

respuestas de relojero

¿Vieron la costumbre de mucha gente de llevar el auto al taller e insistir en que quieren saber exactamente el problema que tiene? Por supuesto, los mecánicos contestan cualquier cosa y nos vamos tan felices.
Bueno, también insisten en saber en detalle por qué el reloj dejó de funcionar. Y cómo puede ser que después de haberlo usado 50 años, y ayer estaba perfecto, justo hoy se descompuso.
Mi papá ya estaba cansado de esas preguntas insistentes, a las que contestaba 'El eje del volante roza con el tambor'. Cualquiera que siquiera haya visto por dentro un reloj cualquiera, sabe que eso no tiene ni la opción de suceder. Pero los clientes se iban tan contentos...

Thursday, February 17, 2011

En inglés (de otro color)

Feb 2011. En una tienda de ropa, hace unas horas.

Una empleada estaba vociferando acerca de la mala actitud de la clienta previa.
Empleada, (acerca de una clienta a quien no le había gustado el color de unas bombachas que estaban en liquidación): “She says, this ghetto”. (Espera la reacción de la otra empleada, que quedó callada)
Entonces sigue: “She don’t know ghetto!!”, "so I says: Sista, this ain’t no ghetto, this ghetto”…

Ahí vi en un gran espejo el reflejo de toda la tienda. La única blanca era yo, como de costumbre.

Lo que es interesante es el uso de la palabra 'ghetto'. Ahí va lo de Wiki en inglés:
Recently the word "ghetto" has been used in slang as an adjective rather than a noun. It is used to indicate an object's relation to the inner city or black culture, and also more broadly, and somewhat offensively, to denote something that is shabby or of low quality. While "ghetto" as an adjective can be used derogatorily, the African American community, particularly the hip hop scene, has taken the word for themselves and begun using it in a more positive sense that transcends its derogatory origins.


Creo que en el caso de la empleada diciendo 'this ghetto', indicaba simplemente 'mal gusto'. No me parece que la calidad sea pertinente.

Wednesday, February 9, 2011

Moishe

Moishe. (no es su verdadero nombre, pero …)
(Trascribo como R esa gutural que se usa en idish pero no en castellano. También conviene recordar la diferencia entre ‘v’ y ‘b’ como si fueran sonidos diferentes, que lo son en muchos idiomas, pero no en el nuestro).


Recuerdo con cariño a ese personaje que nos hacía reir tanto, con su personalidad y su terrible pronunciación del castellano. Los años en Uruguay no lo cambiaron en absoluto.

Apenas lo veías, inmediatamente se presentaba con un “¿QueRés veR mi Rosa?” Como muy poca gente tenía la osadía de negarse, él inmediatamente se levantaba la camisa para mostrar una enorme cicatriz redonda con un centro bien marcado y aclaraba: “Esto fue la ciRugía después de mi oclusión intestinal. PoRque yo tengo pRoblemas, sabe?”. Sí, sabíamos. Y si no, él pasaba a explicar los detalles.

Una noche, en Las Toscas, cenando con la flia. de él y la mía, se levanta, apoya las manos en la mesa y avisa “Boino, voy a veR si voy del kveRpo…” Y allá desaparece, pero vuelve a la hora de los postres. Se sienta, con un gran suspiro, y anuncia “No foi como yo pensava, peRo…”.

A veces salía a pasear por ‘la CoRdillera SaRandí’, porque le gustaba ver a los pescadores.

La playa de Las Toscas tiene varias virtudes y una de ellas son las dunas, que se suelen utilizar como cuarto de baño, ya que la tecnología no llegó hasta allí a proveer algo más sofisticado. Y ahí iba Moishe, varias veces por día, “…a veR si esta vez tengo sueRte”.

Cierto año conoció a una buena señora y se veían todos los días en la playa. Al poco tiempo, ya enamorados, se levantaban juntos, se tomaban las manos, e iban camino a las dunas, con cara de gran felicidad. Volvían con cara de alivio. ("Amor intestinal", como lo bautizó Leonardo). Se casó con esa señora, pero las cosas no fueron muy bien y unos años después se separaron y tuvieron una seria pelea frente a nosotros por un cierto tacho de plástico verde que ella decía que había sido aporte suyo y él insistía que siempre había sido de él. Mal fin de una hermosa relación.

Mi mejor recuerdo fue un largo monólogo, un día que lo encontré en la Mutualista. Se veía muy agitado y le pregunté qué le pasaba. Su respuesta fue :” Foi a casa de mi hija MaRía, y después salí, me caí antes de subiR a un ómnibus y me apuRé paRa veniR acá y vengo peR un Riñón, peRo no se hace.”
“Moishe”, le dije, bastante preocupada, “¿Qué le pasó en el riñón?”
“¡PeRo ya te lo dije! Foi a veR a MaRía, me caí, y ahoRa vengo acá peR un Riñón, peRo no se hace.”
“Moishe, por favor, dígame ¿qué le pasó en el riñón?”
“¿Qué Riñón, qué Riñón?. ¿Sos boba vos? Vengo paRa un Riñón de Comisión DiRectiva y ahoRa no se hace!”

Monday, February 7, 2011


Posted by Picasa

Por lo menos sabemos castellano

Si no, tendríamos que estudiar disparates así:

b) Si la condición se refiere al pasado, la prótasis va en pretérito pluscuamperfecto o antepretérito de subjuntivo y en la apódosis se emplea este mismo tiempo, preferentemente la forma en -ra, aunque también se admite la forma en -se: Si hubiera/hubiese tenido dinero, me hubiera/hubiese comprado un coche; el condicional compuesto o antepospretérito: Si hubieras/hubieses estudiado, habrías aprobado; o el condicional simple o pospretérito: Si hubiera/hubiese terminado los estudios, hoy tendría un trabajo mejor. También en este caso debe evitarse el empleo en la prótasis del condicional compuesto o antepospretérito, que se da, como ya se ha indicado antes (→ a), entre hablantes de algunas zonas de América y del norte de España: Si lo habría sabido, te lo hubiera dicho.

Diccionario panhispánico de dudas ©2005
Real Academia Española © Todos los derechos reservados

sueños

Asunto: ufa, sueños


Ahora tengo sueños diferentes. Hoy me desperté agitada porque estaba soñando con algo y ahí esperábamos que llegaran los "totovantes y monticones" - y no pude recordar si esos eran buenos o malos-, pero sabía que vendrían. Y dentro del sueño me dije a mí misma "Tendrían que llamarse totovones y monticantes", cosa que me hizo reir muchísimo. Así es.

Nada, que me desperté, y esas palabras no sé de dónde cuernos salieron, no representan nada que se me ocurra, no están en la internet, y no las leí.

Pero que se vienen, se vienen, ¿eh? ¡miren que sí, se vienen!

Carta de parientes de mi vecina (Kaganove)

Asunto: aquí va en castellano, la carta de la abuela de mi vecina


Esto no es un chiste. Es una carta real que tengo delante de las narices. La escribió la abuela de mi vecina (en Polonia) al padre de mi vecina (que ya estaba en los EEUU, después de unos años en Argentina). Está en idish y ella la hizo traducir al inglés por alguien que se dedica a esas cosas, ya que la letra cursiva en idish, yo no la pude entender. Aquí la traduje al castellano, tratando que no quede con demasiado aspecto traducido, pero no es fácil. Esa abuela solamente puede entenderse leyéndola en idish). Por un lado me hizo reventar de risa, y por otro, la tristeza es feroz. El hermano de mi vecina cumplió hoy 82 años y el niño que aprendió a decir 'bobe' es él. Con eso se puede calcular la fecha, má o meno (1928?). Esa abuela vale oro.

Por las dudas, D...s es Dios, que en idish es g..t y en inglés G..d.
----------------

Les deseo mucha felicidad y alegría, a mi querido hijo Nisl, a mi hija Minke, y a mi querido nieto. Que vivan bien y en paz. Queremos decirles que nosotros estamos, gracias a D…s, bien y rogamos poder escuchar buenas noticias también de Uds. Ahora, hijos míos, les tengo que decir que hemos recibido su postal del 19 de enero y con gran alegría leímos que Uds. están todos bien, porque hace ya mucho tiempo … muchas semanas han pasado desde la última carta que Uds. mandaron. Queridos hijos, le agradecemos a D…s que Uds. estén bien. Supongo, queridos hijos, que tendré que acostumbrarme a recibir cartas con menos frecuencia. Así es como son las cosas para los que mandaron a sus hijos a América; tienen que sufrir esta dolencia. Querido hijo, tú dices que no has recibido carta nuestra en 2 meses. Es totalmente posible, porque hace ya 3 meses que no recibimos cartas de Uds. Créanme que yo no hubiera dudado en escribirles una carta, pero ¿por qué, hijos míos, les tengo que escribir si no sé nada de Uds.? Uds., mis queridos hijos, tienen mucho más (temas) para escribir, pero no escriben. Así que, ¿qué les puedo escribir yo a Uds.? ¿Qué puede interesarles? Acá, gracias a D…s, todo está igual. El tiempo está detenido. Nada mejora ni empeora, de modo que no sé qué es lo que mis hijos quisieran que yo escribiera. Si yo tuviera una carta de Uds. les contestaría con gran placer. Pero es un hecho, que no necesito escribir y que escribo muy poco, así que ¿por qué debo castigarlos a Uds., mis hijos, por escribir tan poco? Uds. probablemente no pueden escribir más. Yo sé que América no es Khomsk, y que cada uno tira para su lado. Esto me da realmente poco placer y me molesta un poquito; me enoja. Me preocupo por muchas cosas, pero no hay nada que yo pueda hacer. Mis años buenos ya se fueron, pero, mis queridos hijos, si Uds. pudieran escribir más a menudo, al menos unas pocas palabras sobre su salud … Después de todo yo soy su madre y la angustia me parte el corazón. No hace falta decirles qué bobos son todos los padres. Estoy segura que Uds. entienden. Mi hijo, dices que tu hijo ya dice ‘abuela’. Una vez yo también estuve así de contenta. Era igual para mí. Yo también estaba embobada (acerca de mis hijos). Quedaba encantada con cada expresión de mi hijo. ¡Y cómo sufro ahora! No veo nada ni oigo nada. Ya no es como solía ser. Así es como es el mundo. Algunos piensan que así debe ser, pero yo no lo siento de esta manera, y siempre sufro. Cuento los días y las semanas de correo a correo. Cuando recibo una carta, me siento mejor, pero cuando no recibo nada, una nube negra cuelga sobre mí, y está oscuro vaya donde vaya y haga lo que haga. Mi cabeza no está despejada y cuando estoy en la cama es como si hubiera una tormenta y eso es por causa de mis constantes pensamientos. Y ya no veo bien. Todo esto es gracias a mi destino, y solo D…s sabe el futuro que me espera. Simplemente no me puedo acostumbrar (a las cosas tal como son – borroneado en el original). No puedo creer que las fantasías que tuve, ahora me traicionaron. Nunca tuve sueños de grandeza. No construí castillos en el aire, pero nunca me imaginé que experimentaría lo que estoy viviendo ahora. Todavía tengo un pequeño sueño, pero no es más que una utopía. Mi único consuelo son sus cartas, pero, desafortunadamente, no he recibido una carta de Itsik desde hace 3 semanas. Camino con pies que no parecen míos, porque pasé más de una noche de insomnio. De Uds. recibo muy pocas cartas, pero de Itsik solía recibir una cada dos semanas, pero ahora ya pasaron 3 semanas y ni una palabra. Si D…s pudiera contestarme y (decirme) por qué me merezco esto, - estar siempre asustada. Hasta cuando me puedo dormir, tengo unos sueños tan extraños que me asusto hasta en sueños. Pero la gente dice que cada ovillo de lana tiene un fin. Tal vez la noche negra que estoy experimentando también va a llegar al final. Mi hijo, escribes que tú estás angustiado. Cálmate, hijo. Acá no hay nada nuevo. Me pides que te diga la verdad acerca de mi ojo. Quiero decirte que estuve en Pinsk hace 2 semanas, pero desafortunadamente, no conseguí nada allí. El doctor me dijo que volviera en 3 meses. Si yo hubiera ido tan pronto como comenzó el dolor, la operación podría haber sido más fácil. Podrían haberme ayudado, pero ahora, D…s sabe qué pasará. No pudieron hacer nada por mí, porque se está desarrollando una catarata y recién ahora está empezando a crecer, de modo que no pueden hacer nada. Me dijo que volviera dentro de 3 meses. Ahí van a ver si se puede hacer algo, y si sienten que no, me mandarían a Bialystok, porque ya pasó mucho tiempo. No veo nada con ese ojo. Me dijo que no me asustara, que todo va a estar bien, y que algún día podría ver con ese ojo. Mientras tanto, me dio gotas para el ojo bueno, para que esté sano y porque ambos ojos están conectados al mismo nervio. Esto es lo que logré en estos momentos. Ahora, hijos, ¿qué más puedo escribirles? Díganme cómo están de salud y cómo pasaron el invierno. Díganme si el tiempo allá es muy frío, y cómo está mi nieto. ¿Ya camina? Me pone contenta saber que ya dice ‘abuela’ (Bubbe). Me hubiera gustado darle algo lindo, como les di a los hijos de Sora, pero desafortunadamente … Ahora te mando saludos, Minke. Mándame saludos alguna vez y dime cómo estás. Saludos de los demás. Gitl también les manda saludos. Sin novedades por acá. Todo está como era. Que estén bien y tengan alegres vidas con buena fortuna. Esto es lo que les desea su madre y abuela. (Besen) a mi nieto de parte mía. Le mando saludos a Elye y a su esposa. Cuéntenme cómo están. Les voy a escribir directamente en un par de días. Les mando (a Uds.) nuestra foto. Demoró solamente 5 minutos. Hubo un fotógrafo por aquí y pasó todo un mes. No está mal, pero tal vez se arruine antes que les llegue a Uds. Bueno, que sea lo que sea. Creo que Elye va a estar aquí para el seder, y vamos a tratar de mandarles a Uds. otra foto, incluyéndolo a él, pero tal vez eso sea muy difícil. Tal vez ni les llegue. Estén bien. Tengan un Passover kosher y feliz.

(Ahora viene una página enviada por la otra hija de la abuela de mi vecina, o sea la hermana del hijo que ya estaba en los eeuu, y que vivía cerca de Chicago)

Ahora les quiero mandar saludos a mi hermano, a mi cuñada y a mi sobrinito. Que Uds. siempre vivan felices. Recibimos la postal y les agradecemos que nos recuerden. Por favor, escriban más a menudo. Me alegra que mi sobrino ya esté aprendiendo a hablar. Enséñenle a hablar idish, aunque él tenga un nombre inglés. Yo de veras leí en un diario que con el tiempo, el idish en América va a desaparecer. Es una vergüenza para judíos como nosotros (o ‘para nosotros, los judíos’). Creo que esto no es para reírse. Ahora, ¿qué más puedo escribir? Un hombre joven, casado, hoy murió. Minke, tu vecino Leyzer Aron, falleció. Ahora, Nisl, te quiero contar algunas novedades: Moyshe Lereynes se comprometió – que no te pase a ti (esto no se entiende). Se casa con una chica de Kobrin. Es linda y tiene una dote de 150 dólares. Después del casamiento, viajará a Palestina. La semana pasada Yishmael, el hijo de Velvl Hellman, con Yente, se fueron a Palestina. Este jueves, el hijo de Berl se va para Argentina. La gente está emigrando de Khomsk. Ahora, mis queridos, ¿qué puedo escribir? Por favor, no se rían de nuestra foto. Tomó solamente 5 minutos. Uds. saben que en Khomsk no podemos conseguir nada mejor. Por supuesto Reyne, la hija de la tía Rikl, es más bonita que yo (ni idea de a quien se refiere). Este sábado recibimos postales de ella. Es muy linda. Estén bien. Besen a mi patriota estadounidense solamente en idish, o sea denle un beso idish. Felices fiestas.

Tu hermana Rikl.

Hígado y calSio

Hace unos meses, mi hija estaba por acá y me pidió una carterita como para ir a una fiesta. Rebusqué y encontré una que había hecho mi mamá, a crochet. Se la di, y adentro de la cartera ella encontró un monedero (báitele) viejísimo y ajado. Hoy lo abrí y encontré adentro un papelito. Decía lo que ven en el adjunto (la letra no es fácil de descifrar).

Higado y calsio (así, con s)


La teoría de esa combinación de medicamentos era que 'el hígado me daría hambre' (!!!???) y el calcio nunca venía mal y además hacía el líquido menos espeso, aunque demoraba el doble en entrar. Me enchufaron tanto hígado y calcio, que yo ahora debería pesar 200 kilos y no tener osteoporosis...

La trifecta de los médicos de la mutualista que más veíamos eran : Dr. Marcos Cureñe, Dr. Queroile, y Dr. Mendl Svárez. (Marizcurrena, Queirolo y Suárez Meléndez).
Pregunta a mis amigos del Zhitlovsky: ¿Se acuerdan de esto? no sé si le pasaba a toda la gente del club o solamente a mí, pero c/vez que yo tenía que ir al médico, mi mamá al final decía : "Dr., quiero que le recete 10 inyecciones de higado y calcio". Y los hijos de puta de los doctores, asentían. Se vé que en el 87 (del otro lado del papelito escrito está la fecha) ella siguió pidiendo lo mismo, para sí misma, supongo.

elisa

De la MutaRalista

De la MutaRAlista (agradezco que al leerlo incluyan las r guturales – que escribo con R mayúscula, tal como la pronuncian los hablantes de idish.)


Si bien admiro el tesón conque los miembros de la colectividad tuvieron que aprender castellano, sin profesores ni tiempo libre ni recursos necesarios, tampoco puedo evitar reirme de la pronunciación de algunos de los personajes. Por supuesto, algunos tenían más problema que otros, y no siempre era posible entenderlos bien.

Dada la hipocondria de la colectividad, la Mutualista Israelita del Uruguay (ahora MIDU, pero siempre la ‘MutaRalista’), era un lugar natural para relaciones sociales. Todos los socios se conocían entre sí y los médicos tenían que aceptar la idiosincrasia de los pacientes. Más pacientes ellos que la clientela.

Ya conté antes cómo mi mamá se las arregló para que le mandaran un electrocardiograma. Mi hermana trabajó años como empleada del lugar y juntó una serie de anécdotas que, lamentablemente, no quedaron escritas. Veremos cuáles recuerdo, con la ayuda indispensable de amigos que también tienen sus recuerdos. (Sobretodo Leonardo, cuya hermana trabajaba allí junto con la mía). Las muchachas que trabajaban allí eran ‘Clara, Rosita, Chana e Isabel’. Cada una con su vida particular, pero en realidad, a todas les gustaba el trabajo. Buen ambiente, nada particularmente estresante. El único requerimiento era que supieran hablar idish, dado que muchísimos de los clientes no sabían suficiente castellano.

En una época tomaron a otra empleada recién casada con un personaje conocido (me salteo el nombre, porque no interesa, realmente), que tenía algunos problemas con la realidad. Al poco tiempo de estar allí, le contó a todas las chicas que su marido se había enojado sin necesidad. Que a ella no le gustaba la terminación brillosa de sus muebles nuevos, por lo que agarró una Gillette y raspó cuidadosamente ese lustre. Y siguió sin entender el enojo de su nuevo marido.

Como el mostrador quedaba en un primer piso, una de las diversiones de las muchachas consistía en mirar desde arriba y ver las cabezas que empezaban a aparecer desde el piso de abajo de la escalera. Con eso, apostaban a ver quién reconocía a la paciente de turno. Nada de esto es gracioso, salvo que siempre se equivocaban con las mismas personas, tomando una por la otra. Esas personas eran : mi mamá, la madre de Leonardo (mi ex -marido) y una tercer señora que aparentemente fue novia o amante de mi papá durante muchos años. A veces esto me parece altamente incestuoso. Pero desde arriba eran claramente idénticas.

Las anécdotas son cortas pero inolvidables. Enormes grupos de gente esperando que ‘las muchachas’, anunciaran el nombre del médico de turno y la entrega de números para los pacientes. No se hacía cola, sino que c/uno recordaba en qué orden había arribado al sitio y vociferaba si alguien cometía una equivocación, real o inventada. Algún inconveniente siempre existía. Cuando algún familiar de una de las muchacha tenía que ir al médico, quedaba mal darle el número 1, porque se vería que era trampa, por lo que la costumbre era que nos dieran el No.2. Así nadie sospechaba que teníamos cuña.

Una vez, en medio del tumulto, se escuchó una voz algo profunda de mujer grandota que le decía a su marido petisito: “ JeRemías, tenme la caRteRa que voy a oRinaR”. A nadie pareció sorprenderle.

También existió una señora que fue al médico porque decía que se pasaba el día eructando. Lamentablemente, no le sucedió ni una vez en todo el tiempo de la consulta. Salió de lo más enojada pero de repente se dio vuelta, entró al sucucho donde el médico ya estaba con otro paciente, y le gritó: ¿Ve, doctor? así: ¡eeerppp! (como detalle, la palabra es idish es absolutamente onomatopéyica: ¡gRepts!

Otra historia eran las llamadas telefónicas. Si bien era difícil comunicarse frente a frente, el teléfono creaba reales traumas. Y el viejo chiste de los supositorios le sucedió a mi hermana en una de esas llamadas. Una señora llamó a protestar porque los supositorios que le había recetado el médico, no le hacían ningún efecto. Ya con el chiste en la cabeza, por si acaso le preguntaron cómo los usaba. “Los trago con leche”, aclaró la señora. Mi hermana ya empezó a aguantar la risa y le dijo que no los tomara, sino que se los pusiera en el ano. “¿En el qué?” preguntó la señora. La respuesta fue “El ano es el recto. Póngaselos en el recto, señora”. “¿Qué, dónde?”. Suspiro y mi hermana entonces largó en su impecable idish: “Shtup es arayn in hintn arayn! “Tuvo que colgar de inmediato porque todos, empleados y pacientes, estaban rodando por el suelo.

Los tres médicos más requeridos eran Mendl SváRez (cirujano, y todos querían ser operados de alguna cosa. Que te hayan dado pase a él, era cuestión de status. Y si no tenían pase, se anotaban igual para convencerlo de la necesidad de alguna cirugía), MaRcos CuReñe (no recuerdo su especialidad) y el Dr. KeRoyle, que tenía un gran seguimiento y un aura ya de culto religioso.

Aclaro que los nombres reales eran Suárez Meléndez, Marrizcurrena y Queirolo. Ni modo de lograr que fueran bien pronunciados. A este grupo se agregaba el Dr. Viana (removedor de amígdalas), el Dr. Urdampilleta, el Dr. Koziol, y varios otros selectos galenos. Dependiendo de las enfermedades que cada familia decía tener, esos eran los médicos que aparecían. Yo no conocí a muchos. Mi madre decidió que nuestra familia tendría problemas del aparato digestivo y nada más.

A este grupo se agregaba un cierto practicante – que venía a dar inyecciones a domicilio, cosa que quizás se siga haciendo en Uruguay, pero en mis años en los EEUU, aprendí que esas cosas por aquí no suceden. Ningún médico viene a verte, por más semi-muerto que estés. Te levantás y vas vos, aunque sea a pie y con una pierna quebrada. Lo único que recuerdo de ese practicante, a quien yo odiaba de todo corazón, era que me había tenido que dar varias series de antipiógenas, terriblemente dolorosas, que no suelo recordar para qué servían. Y también una enorme cantidad de ‘hígado y calcio’, que dejo para otro cuento. Lo que recuerdo es que tenía un VW, por lo que el ruidito de ese auto delataba su llegada y me daba tiempo a correr a meterme en un ropero. Nunca tuve mucha suerte. Ah, y él siempre usaba moñita y no corbata.

El tal practicante no quería recibirse, porque en realidad el sueldo que tenía no era malo y no tenía demasiada dificultad en pinchar culos. Veinte años más tarde se recibió, y pasó a ser doctor full time de la misma mutualista.

Lamentablemente tengo que agregar a la lista al Dr. Potrillo (en realidad, Portillo, pediatra) que era un asco de persona. Su habilidad para tratar niños llegaba a la exquisita tortura. Y también sus grandes errores de diagnóstico. Me arruinó los primeros 7 años de vida. Como yo vivía con diarreas (hábito que mantengo con gran honor hasta ahora y aún recuerdo a mi madre gritándome: ¡Cómo puede ser que a vos no te cueste ningún trabajo lo que para mí es tan difícil conseguir! ) el gran médico me diagnosticó ‘dispepsia’, (aún no sé lo que es), y una severa dieta de: leche varias veces por día, cáscara de pan tostado, una rajita de jamón, arroz, zapallo, jugo de carne, banana pisada, manzana rallada, sopa de sémola o tapioca y NADA MÁS. Siete años comiendo eso mismo, 4 veces al día. Por supuesto, principios de raquitismo, que es lo que me anotaron en el carnet de salud cuando tuve que sacarlo antes de ir al liceo. Esa dieta era una mierda y extrañamente a nadie en mi flia. se le ocurrió que si después de 7 años yo seguía con esas diarreas, era hora de tal vez consultar a otro médico.

La suerte al fin me ayudó, ya que el Dr. Potrillo se fue, al fin, de la mutualista. El sustituto fue el Dr. Caritat, hermano del de la poliomielitis. Cuando lo vi por primera vez y miró mi historial, casi le da un ataque y ahí dijo: "Desde ahora, ella puede comer de todo" !!!

Recuerdo lo que sentí. Se me cortó la respiración y me puse a llorar. Y entre lágrimas, pregunté: "¿fainá, chocolate y helados también? ". Jamás había probado ninguna de esas maravillas (ni siquiera una torta de cumpleaños). Y Caritat dijo: Señora, de camino a tomarse el ómnibus, antes que crucen la calle, entre a la pizzería X y que coma fainá y un helado de chocolate bien grande! (no me puedo acordar del nombre de la pizzería grande de la calle General Flores, a una cuadra de la Mutualista. ¿Era Tasende?

Wednesday, January 26, 2011

2004 - agosto -últimos con Jorge, antes de su muerte. Clitic climbing.

(Horas antes de su muerte. Creo que fui la última persona con la que se conectó esa noche, o sea en su vida. Digamos, además de Alicia que estaba ahí).

De Elisa:
>Estoy esperando a Flora que, digna hija de su padre, acaba de llamar desde el taxi al aeropuerto en N.York a preguntarme si no me acuerdo en qué aerolínea dijo que venía...ay.

De Jorge:
JUAS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

-------------
De Elisa:
Agosto , noticia en la radio.

Dos pasajeros iban sentados en un avión de United. Uno de ellos iba leyendo una revista y de repente sacó un papel y anotó 'suicide bomber'.
El vecino se cagó en los pantalones, avisó a la azafata, el piloto escuchó eso, dio media vuelta y volvió con avión y todo al aeropuerto cuando ya estaban como a dos horas de viaje.
Al llegar, notaron que el pasajero lector era un japonés que sabía muy poco inglés y que al leer un artículo se había encontrado con un par de palabras que no sabía lo que querían decir. Las anotó para después poder buscarlas en el diccionario.

Imaginate el resto. No es muy difícil...
elisa

-----Original Message-----
From: alvartot@adinet.com.uy [mailto:alvartot@adinet.com.uy]
Sent: Tuesday, August 03, 2004 1:15 AM
To: esteinbe@midway.uchicago.edu
Subject: Re: avión que volvió

Contame de qué se trata, please!

----------
De Elisa:
At 02/08/2004 20:02, you wrote:
>y la paranoia acá es brutal.
---------
8-3-04 Muy bien. Ahora me voy haciendo una imagen.
Gracias...

------------
At 03/08/2004 14:19, you wrote:
De Elisa:
Bueno, el resto es que se dieron cuenta en el aeropuerto (después que todos los pasajeros bajaron para revisación personal, o sea las bolsas que llevaban y los orificios que tuvieran) que el pobre japonés no entendía un carajo, y a través de un intérprete lograron entender que lo que quería era un diccionario. Muy ufanos, ahora anuncian por radio que no lo metieron preso. Es de terror...

elisa
----------
Zas!!!! ahora no dejan sacar fotos de edificios altos (o importantes) en Chicago (algunos informativos dicen 'filmar', otros simplemente 'fotografiar').
Encontraron a alguien con un camcorder filmando no se qué edificio y se lo confiscaron. Para confirmar las sospechas, dicen que encontraron que había filmado muchos edificios del centro de Chicago!!! Pero era... ¡¡¡un turista!!!

¿Y qué carajo hace cualquier turista? sacar fotos del centro, por supuesto, ya que los edificios de Chicago son famosos en el mundo, están en todas las guías turísticas y obviamente en todos los libros de arquitectura.

Manuel y yo (especialmente Manuel), pasamos varios meses sacando fotos de lugares interesantes, sobretodo de edificios reflejados en las ventanas de los de enfrente. Manuel hizo varias power-point colecciones con las que más le gustaban. Y ahora no lo vamos a poder hacer más !!!!!

Y la sobrina uruguaya de unos amigos pasó toda la semana pasada acá sacando fotos de todo lo que pudo (es estudiante de arquitectura). Menos mal que vino con una semana de anticipación a la prohibición...

Estoy re-furiosa, claro, aunque esto es solamente una mínima colita de la situación general...
elisa
-----
Gaston recién volvió de México y una de las cosas que le llamó la atención fue lo organizado del tráfico...Claro, lo comparaba con Montevideo y Buenos Aires, ya que se esperaba con encontrar algo parecido. (¿que se esperaba con encontrar/que esperaba encontrar/que esperaba encontrarse con? mm, la última es la que me suena mejor. Siempre tuve problemas con 'clitic climbing' porque no siempre se puede decir que el clítico 'se' nace abajo y sube por la combinación verbal. No siempre me suena bien y mucho menos idéntico. Sin embargo, casi todos los lingüistas piensan que si...)

elisa
----------
At 12/08/2004 14:09, you wrote:
De Jorge:
(>Claro, lo comparaba con Montevideo y Buenos Aires, que se esperaba con encontrar algo parecido. (?que se esperaba con encontrar/que esperaba encontrar/que esperaba encontrarse con? mm, la última es la que me suena mejor.
Claro, lo comparaba con Montevideo y Buenos Aires y esperaba encontrar algo parecido)

.
Claro, lo comparaba con Montevideo y Buenos Aires y esperaba encontrarse con algo parecido.
Lo que no anda es el 'que'
.

------------
8-12 fíjense
NO.
Fijate que no pusiste 'se esperaba encontrar...' (te pregunté por el clítico. La famosa teoría del 'clitic climbing, es que si podés decir 'esperaba encontrarse', también tiene que servir 'se esperaba encontrar' y esto nunca me gustó porque hay ejemplos en contra, y hasta sin usar verbos reflexivos obligatorios).

Pero tampoco estoy de acuerdo con que el 'que' no funciona. Me resulta, si, más coloquial, y necesita una entonación especial. Te podría mandar un espectrograma y un 'pitch track' pero es imposible por mail y terriblemente engorroso de explicar técnicamente. Pero decilo en voz alta, y vas a ver que implica una especie de signo de admiración al final de la cláusula, como un asombro del por qué esperaba que en algún otro lugar del mundo se maneje tan horriblemente como en Baires o Mdeo.

elisa
------------
>At 12/08/2004 17:31, you wrote:
. La famosa teoría del 'clitic
> >climbing, es que si podés decir 'esperaba encontrarse',
> >también tiene que servir 'se esperaba encontrar'

De Jorge:
>Esa famosa teoría no funciona, entonces.
>

>
>Eso que decís me parece un disparate.
>Y tu oración está mal construida por completo.
>Así como la escribiste, es una especie balbuceo carente de sentido.
>

>

De Elisa:
8-12 fijensén
Bueno, sin contar la gramática, lo que quise decir es que Gastón comparaba Mexico con Montevideo y Buenos Aires que tienen un tráfico terriblemente DESORDENADO, y suponía que iba a encontrar lo mismo. Evidentemente mi cláusula original era tan mala que hasta te resultó ininteligiblemente antónima.

elisa
(si, ya se, 'inteligiblemente antónima' no se puede decir). Ufa, ya ni se puede hablar contigo !!!!!
:-) agrego sonrisita por si te creés que estoy escribiendo esto en serio.

8-29-04 taller literario Onetto/Levrero


At 29/08/2004 01:35, you wrote:>Ehhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!! lo lograste !!!!!!!!!!!!!!!!!!

No yo.>

Y te dan pelota???????????????/

Le dan.
El taller lo dirige y lo trabaja Gabriela (en este momento, de vacaciones por razones de parto.
Yo sólo hago alguna evaluación de vez en cuando, si Gabriela tiene dudas o si quiere que marque un poco de presencia, aunque oficialmente no formo parte del taller. Sólo cobro un porcentaje de sus entradas, porque utiliza mis consignas.

Lleva ese taller mucho mejor que yo; trabaja mucho y logra mantener el interés de los alumnos (con un porcentaje de deserciones cerca del 0%,  frente al porcentaje de mi taller, que ya no hago más, que era próximo al 100%).
Los alumnos quedan prendidos a ese taller de Gabriela y pasan de un curso al siguiente, casi siempre.

Es una mujer muy valiosa e inteligente. O era, porque ahora es una madre de  familia que no sé cómo se las va a arreglar.

--------------

Y no tengo nada más guardado. No solíamos despedirnos, porque al otro día iríamos a retomar donde dejamos. Pero....Al rato, Jorge agarró y se murió.

2004 - casi últimos mensajes, tú/vos en su literatura

At 20/04/2004 19:38, you wrote:
De Elisa:
>Che, acabo de leer Los caballos de fuego. Tiene algunas cosas excelentes.
>Por qué usás el tú/ti ????
------
De Jorge:
Si te referís a mi libro, no son caballos, sino carros.
¿Uso el tú /ti???
(Ah, puede ser, quizás cuando el protagonista habla como profeta bíblico;
pero sólo ahí, supongo?)

-----
De Elisa:
Nope, siempre. Nunca te vi un 'vos' sostenido.
elisa

-----Original Message-----
From: alvartot@adinet.com.uy [mailto:alvartot@adinet.com.uy]
Sent: Tuesday, April 20, 2004 10:37 PM
To: esteinbe@midway.uchicago.edu
Subject: Re: caballos
De Jorge:
No, eso lo evité cuidadosamente para hacerlo más bien "universal". Pero tampoco hay un "tú", fuera de los pasajes tipo bíblicos. Si te tomás el trabajo de leerlo de vuelta, salvo que haya cometido algún error u omisión, no encontrarás más que elipsis de pronombres de segunda persona, lo mismo que localismos en general.

----
De Elisa:
4-21-04 equivocado en ambas
En 'Los carros de agua', la mismísima Dolores María es bi-tuteante (o me vas a decir que se vuelve bíblica con el paso de las páginas?) Empieza hablando de 'vos' y de repente cambia al 'tú'.
pg. 10-11
La Química es muy difícil para mí. La Matemática también.
Vos sos muy inteligente. Me podrías ayudar a estudiar.
pg.14
"Un día me gustaría bailar para ......"
pg.15.
"Vengo a bailar para ",...
pg.17
carta: "Nunca pensé que alguien como pudiera..."

elisa, que te pescó en un error, aunque no lo quieras admitir. Es que es muy difícil 'pasar' por hispano de otro país...
----

De Jorge:
At 21/04/2004 12:51, you wrote:
En Los carros de agua
JA JA JA
(carros de fuego, carajo)
>la mismísima Dolores María
Ah, claro! Vos hablabas del libro en general, o de su primer relato, y yo hablaba del último relato, que da nombre al libro.
Sí, hay gente en el Uruguay que habla de tú. Ese relato de Dolores María es totalmente autobiográfico; cosas que pasaron en el mundo tridimensional y vigil
.

---
De Elisa:
At 21/04/2004 17:16, you wrote:
>¿Autobiográfico? ¿Vos sos Dolores María?
----
De Jorge:
No, soy el que narra en primera persona
.

--------
De Elisa:
>¿Y cómo hace Dolores María para empezar de vos y seguir de tú?
---------
De Jorge:
Yo cuento las cosas como pasaron, sin hacerme esas preguntas lingüísticas.
La culpa no es mía, si ella habla así.
>Y que la gente de Minas hable de tú no significa que cambien a vos de vez en cuando.

La de Minas no es Dolores María, sino Maria.

Che, sos una pésima lectora.

-----
At 21/04/2004 18:20, you wrote:
De Elisa:
>Mirá, te estás zafando de explicar por qué una misma persona usa el vos y después el tú.
-----------
De Jorge:
Mi misión no es explicar cuestiones psicológicas, sino narrar los hechos. No soy un tratadista, sino un mero cronista.
---------
At 21/04/2004 18:40, you wrote:
De Elisa:
>Y tomabas notas mientras sucedía todo eso??? o lo recordaste tan fielmente/????
----
De Jorge:
Por supuesto que nunca tomo notas. No soy un historiador, sino un simple narrador.
--------


Cariños...

2004 - Malalo con vértigos y hospital

4-20-04 las aventuras de Manuel en el hospital

Malalo andaba con vértigo. Le pasa siempre en época de alergias, pero por las dudas decidió ir a su doctora. Recién llamó el gallego a contarme los pormenores de su travesura.
Aclaro: 'hospital' acá son todos. No implica ser gratis. No existe la palabra 'sanatorio'.

Se le ocurrió llamar a su doctora desde el trabajo - él trabaja en el centro de cáncer de un complejo hospitalario del tamaño de Parque del Plata. La Dra. sugirió que no la fuera a ver a ella, porque le tenía que mandar a hacerse un montón de análisis, pero si iba a la Emergencia, ya le harían ahí lo que necesitara, sin perder tiempo. Bua, ahi fue, y apenas entró, tuvo que firmar un montón de papeles (como el 'Living Will' por ejemplo, pidiendo que no lo resucitaran, y decidir a quien le dejaba todos sus tesoros). También papeles del seguro de salud y mierdas por el estilo, como prometer no hacer juicio si queda paralizado para siempre, etc. Lo normal.

Lo acostaron y ñácate, le encajaron un IV, porque nadie puede estar en la emergencia sin estar conectado, por las dudas si pasa algo...
Al fin lo vieron y le dijeron que necesitaba un MRI (imagen de resonancia magnética). Lo llevaron en silla de ruedas (si al caminar se cae, flor de juicio al hospital) a una habitación en el centro cardíaco y claro, lo conectaron a un monitor, también por las dudas. Le avisaron que tendría que pasar la noche allí. Quise ir, pero Malalo me convenció que eso era un disparate porque no pasaba nada.

Recién a las 12 de la noche hubo lugar en el MRI. Lo despertaron y anunciaron que como era en otro edificio (están todos conectados por corredores y túneles, pero es un camino largoooo) lo llevarían ¡¡en ambulancia!!!! Y ahí fue, en una camilla, a la ambulancia por unas cuadras. Y a la vuelta, otra vez. Dice que pensaba que yo hubiera pasado un susto perro de estar ahí. También...

Dos horas más tarde estaba listo y le dijeron que no tenía nada, que era sinusitis, pero que se tenía que quedar toda la noche en observación, conectado, claro - aunque sabían que no tenía nada que ver con el corazón.
De mañana vino el chaplain a preguntarle si había tomado la comunión ese día (que Manuel entendió 'extremaunción') y hubo de explicarle que no había necesidad.

Se comió el desayuno y tuvo que esperar a que la doctora firmara el alta, cosa que no demoró demasiado. Ahora tiene que verlo el otorr... que tiene hora para junio, claro. Eso por la emergencia...

Recién llamó desde la oficina a contarme la historia. Es una bestia. Ni me avisa que va a ir al médico y se aparece en una ambulancia...

bueno, menos mal
besos
elisa

4-22-04 dale, decime que todo...
At 20/04/2004 16:36, you wrote:


>REcién llamó tu amigo a contarme los pormenores de su travesura.
De Jorge:
Gracias por este relato ejemplarizante... Muy divertido lo de la extremaunción, aunque no creo que sea cierto; mi amigo es célebre por añadir esos detalles divertidos a sus relatos.


Cariños...

2004 - últimos

8-4 no se encontraron virus
At 04/08/2004 17:02, you wrote:
De Elisa:
>como vos no contestás el teléfono sino que dejás que la contestadora se las arregle, nunca te llamamos...

De Jorge:
Salvo para cantarme canciones de cumpleaños. Qué lindo, aquello...Todavía lo tengo.


At 16/08/2004 13:50, you wrote:
¿Cuál es el libro que consideras más representativo del Uruguay?
------
>Para mi criterio el libro más representativo es el de Cocina del Crandon.
>Y el segundo Matemáticas de Copetti.
---------
Muy bueno...
Pero pensé que la respuesta correcta era La guía telefónica.
------
De Elisa:
Mi respuesta, no muy graciosa, claro, fue - manga de idiotas, eso no existe -.
En realidad, la primera parte no la dije...
¿Es que soy tímida, sabías???

elisa
------
De Jorge:
Me lo dijiste muchas veces...

----At 16/08/2004 17:43, you wrote:
De Elisa:
>Y me lo creés???
------
De Jorge:
No.

--------
-At 16/08/2004 18:46, you wrote:
De Elisa:
>Por??????????????????
--------
De Jorge:
Porque siempre decís cualquier cosa con total desparpajo.



Otra vez de Jorge:
8-17-04 ahora me acuerdo...
...de que sí sos tímida en ciertos casos; por ejemplo, cuando tenés que hablar de algún mérito tuyo.

2004 - fideos de Malalo

De Elisa:
6-13-04 rarito
Tu amigo se me está poniendo un tanto peculiar últimamente.
Ayer estábamos comiendo fideos (frescos, cosa que acá no es tan fácil conseguir. No hay fábricas de pastas. Yo logré que en un restaurant me vendieran la pasta fresca que hacen para ellos mismos), cosa que Manuel adora. Eso sí, su idea de porciones parece ser muy exacta. Después del primer plato, se quiso servir un poco más. Agarró con las pinzas una cierta cantidad de cintas, las puso en el plato, las miró atentamente, y muy seguro de sí mismo, agarró una, (sí, una cinta, un fideo no demasiado largo) y la devolvió a la olla. No dijo nada y siguió comiendo como si fuera lo más normal, hasta que me vio la cara, claro.

elisa

JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!!
JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!!
JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!!
JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!!
JUAS!!! JUAS!!!

Maravilloso!

2004 - más anuncios de muerte

Cronológicamente éste viene antes del de cuando pasó el día de su muerte, pero no logro rearreglar el orden de los posts.

RE: hace mucho que no te escribo
De Elisa:
>Decime, no pasó la fecha de tu muerte todavía?
-------
De Jorge:
Todavía no.

---------
De Elisa:
-Porque habías dicho que era 'prontito'. Era prontito ¿¿¿en uruguayo o en mexicano-???
----------
No sé qué apuro tenés.
Pero yo no uso la palabra "prontito", en ningún idioma.
La fecha cae dentro de este mes.
Tal vez yo también.
Besos...

----
De Elisa:
Mmm, cierto, no dijiste 'prontito'. Ni siquiera dijiste 'mañana'. O sea, morirás como un uruguayo...pero este mes no, no jodas!!!

elisa
--------
-----Original Message-----
From: alvartot@adinet.com.uy [mailto:alvartot@adinet.com.uy]
Sent: Wednesday, June 09, 2004 2:02 PM
To: esteinbe@midway.uchicago.edu

No es cosa voluntaria.
Es el dato de un sueño. No fue uno de esos sueños indiscutibles, tipo revelación, que te dan la certeza de que la cosa es así, sino un sueño más bien común. De modo que cabe la posibilidad de que el sueño haya querido decir otra cosa.
Las probabilidades son 50 sobre 100, o sea 1 sobre 2, o sea sí, o no.

2004 - vidrio de reloj en Pilsen

El reloj de Manuel apareció con el vidrio partido. Lo llevé a arreglar al centro y después de muchos días me comunicaron que costaría $120. El propio reloj no había costado más que 2/3 de eso. Me escapé y me fui al barrio mexicano a buscar joyería/relojería. Encontré un lugar extraño, con ropa de bebé en las vidrieras y adentro había un mostrador con anillitos y un letrero de 'se arreglan joyas y relojes'.

Me atendió un simpático, si bien desdentado, mexicano que anunció que sí, que podría cambiar el vidrio. No sabía si estaría pronto para el sábado porque el vidrio era grande y tal vez no tuviera uno allí mismo sino que tendría que conseguir otro y hacerlo a la medida. ¿El costo? $24 dólares, claro. Puse cara de horror pero acepté, qué vamos a hacer, si cuesta tanto, cuesta...

Tuve que llamar hoy a ver si estaba pronto (él había dicho que si lo tenía que cortar, demoraría hasta el miércoles, pero que llamara el sábado - hoy - por las dudas.). Llamé y está fue mi conversación, en castellano, o sea sin complicaciones:

- Buenos días, llamo a ver si está pronto un reloj a nombre de Manuel Díaz. Tenía el vidrio roto.
- Ah, Manuel Díaz. ¿Un vidrio grande?
- Si, de reloj de hombre.
- Ah, se lo tengo hasta mañana.
- ¿Y después?
- Después, ¿qué?
- No importa. En qué horario está abierto mañana?
- ¿Mande?
- ¿A qué hora?
- Al mediodía, como así.
- Bueno, hasta mañana.
- Ándele !!!

Como ven , esto es castellano, o al menos no es ningún otro idioma. El 'hasta' negativo es bien común, mucho más que lo que yo pensaba. (Un amigo guatemalteco una vez me dijo 'mi padre se casó hasta los 30 años'. Y le pregunté qué pasó después, y con cara rara me dijo: -siguió casado, ¿qué otra cosa?).

Y en cuanto a todo lo demás, hay que probar distintas palabras para embocarle a algo que los dos podamos entender. Y el 'ándele' me suena mucho más coloquial que lo que parece ser, ya que soy la clienta desconocida de un lugar nuevo. Preciosa conversación.

elisa

2004 - anunciando su muerte

De Elisa, pero no sé qué era esto:
At 09/02/2004 13:33, you wrote:
Este es el momento exacto para leer esto ...
>que era linda, era hechicera,
>de belleza era una flor.
------
De Jorge:
Che, el original decía "de lujuria era un flor". Esta es una versión light.

¿Y por qué es un momento exacto para leer esto? ¿Tal vez porque te has enterado de que soñé con la fecha exacta de mi muerte, y que no falta mucho?



De Elisa:
>Avisame,¿¿cuándo va a ser??
-----
De Jorge:
Prefiero mantenerlo en secreto, para que no me anden jodiendo en momentos poco oportunos. Sólo está al tanto mi médico de cabecera.

-----------
De Elisa:
> ¿querés vernos antes de morirte o te importa un carajo???
-----------

De Jorge:
Me importa un carajo.
Además, mirá si los hago viajar y después no me muero, qué papelón.
Claro que a Flora me gustaría verla, porque quiero coleccionar en este tiempo todas las presencias posibles de niñas angelicales.
-------


De Elisa:

>Dale, decí fecha.
---------
De Jorge:
Nope. Top secret.


Cariños...
---------
2-12-04 chocolate? (Manuel yendo a Mdeo).
At 12/02/2004 21:14, you wrote:
De Elisa:

>Manuel ¿está a tiempo de comprarte alguna barra de chocolate para cuando vaya a Mdeo.? ¿o ya no vas a estar??? no nos hagas gastar demás...

De Jorge:
Imagino que voy a estar. ¡¡¡¡Mucho chocolate!!!!


De Elisa:
>Y además esperamos que nos tengas lista tu colección completa de libros, firmada y con alusiones personales, para poder venderla dentro unos años, cuando valga la pena...

De Jorge:
Je.


At 02/05/2004 13:00, you wrote:
>Disculpe, varón, pero la primera vez que salimos a caminar (Manuel y yo, no vos y yo) a las canteras del Parque Rodó, de repente, en una maniobra muy original y romántica, se tiró hacia un costado y reapareció con un inmundo sapo vivo que me quiso regalar como si fuera un pimpollo de rosa. Casi se queda sin futura esposa.

De Jorge:
JUAS!!! Nunca supe nada de eso. Deberías escribir la biografía del gallego. Sería un libro de éxito.



6-17-04
De Jorge:
En otro orden de cosas: pasó la fecha anunciada y no me morí de miedo, pero casi. Estoy ahí, ahí.

-----------
At 17/06/2004 19:18, you wrote:
De Elisa:
JUaAAAAAAAAAAAAAAAAA. NO TE MORISTE, NO TE MORISTE!!!!
---------
De Jorge:
Bueno, pero me imagino que no faltará oportunidad.
---------------
De Elisa:
Sent: Wednesday, June 30, 2004 11:04 PM
To: Elisa Steinberg (E-mail)
Subject: Ilpo drunk

A 35-year-old Valparaiso area man was arrested by Porter County sheriff’s police on a drunken driving charge after his wife reported him missing Saturday night.
When an officer arrived at 1002 Woodcrest Court in Center Township, he found Ilpo T. Kaariainen in his sport utility vehicle with the motor running.
He was slumped over the wheel and appeared to be sleeping, police said.
His wife told officers she was worried about her husband when he didn’t come home, thinking he may have gotten into a crash.
As the officer talked with her, Kaariainen woke up and stepped out of his 2002 Acura MDX sport utility vehicle. Meanwhile, Karriainen’s wife walked out of the garage and said, “Oh ... he’s home,” police said.
Asked by the officer if he had consumed alcohol, Kaariainen said, “Heineken beer, some wine and a few cocktails.”
Asked by an officer where he had been, he said he just came home from “seeing a patient,” according to the police report.
He is a psychiatrist at the University of Chicago Hospitals in Chicago, according to records with an Illinois licensing board.
Kaariainen recorded a 0.25 percent blood-alcohol level in a breath test.
A driver in Indiana with a reading of 0.08 percent or higher is considered drunk.
His wife told police her husband had been on a “three-day binge.”

-----
Ilpo Kaariainen es................................mi psiquiatra !!!!!!!!!!!!!!!!!!!

7-1-04
Noooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!!!!!!!!


JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!!
JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!!
JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!!
JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!!
JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!!
JUAS!!! JUAS!!! JUAS
!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!! JUAS!!!

------

2004 - de buenas madres

(Correo mío para Jorge/Mario)
Manuel quiere que te cuente algo que le conté ayer de mi mamita.
Uno de sus dichos favoritos cuando estaba re-podrida de mí era: 'Si yo no tuve madre, ¿por qué vos tenés que tener una madre tan buena como yo?' (recordemos que las madres suelen decir "quiero que mis hijos tengan todo lo que yo no pude tener". Como ves, no todas las madres piensan así)

Ta, eso, para que veas las cosas que cargo en mis espaldas, dice Manuel, el del orzuelo repugnante.

elisa
----------
Che, no es carente de lógica el razonamiento de tu madre. Se ve que tenía sus conocimientos de psicología...
J.

2003 - Puerto Rico, gato y Flora

9-11-03 Juaaaaaaaaaaaa, ESE gato debe de estar castrado???

De Elisa:
Todos lo están. ¿No te conté la vez que fuimos a Puerto Rico y estábamos esperando para entrar a unas cuevas? Los nenes tenían creo que 14 y 13 y Flora de repente vio un gato flaco que andaba por ahí. Puerto Rico está repleto de gatos flacos. Y la niña se aterrorizó porque pensó que ese gato estaba particularmente enfermo. Preguntó con voz muy trémula: Papá, ¿qué tiene ese gato ahí? ¿es cáncer?
Reventamos de risa. Eran las bolas. Primera vez en la vida que Flora y Gastón veían un animal doméstico con bolas normales...
elisa

JUASSS!!!! Y al mismo tiempo, qué horror...

2003 - gato Cuddles

9-11 gato gris
Ya sé, no es una noticia estremecedora, pero una vecina se tuvo que ir por unos días, y me encajó su gato. Decir 'gato' trae una imagen de un bichito suave, chico, delicado. Bueno, este gato no es así. Tiene el tamaño exacto de un cerdo, y pesa lo que pesaría ese mismo cerdo.
Es totalmente gris, peludísimo y con una voz de hombre que asusta.
Está todo el día (y la noche) ronroneando (es una manera de decir porque 'serruchando' sería mejor) y hablando, cada vez más fuerte hasta que hay que contestarle y rascarlo.

En general a los gatos no les gusta que los saquen de su ambiente familiar. Es preferible ir a darles de comer a la casa donde viven. Esta bestia no es así. Necesita gente. Mucha gente. Y está constantemente chequeando que estemos en casa. Anoche me chequeó más de 10 veces, durante la noche. Salta a la cama, generalmente con buena puntería porque encaja las patas en el estómago del inocente durmiente. Ni falta que hace decir que me estoy cayendo de cansancio, que despertarme 10 veces por noche a rascar a un gato, no es lo mejor para el reposo.

Encima es diabético. O sea que tiene que comer poco, cuatro veces al día. De mañana y de noche, además, hay que darle una inyección (esto, por supuesto, a cargo de Manuel). Ni se da cuenta. También hay que mezclarle pastillas con la comida. Tampoco se da cuenta. Hay que dejarle algo de comida seca para la noche, pero por supuesto se la traga en los primeros dos minutos y quiere más.

Lo tengo desde anoche y hasta el lunes de tarde. Si no lo mato antes, tal vez llegue. Por suerte, no tiene garras ni colmillos. Tuvieron que sacarle todo cuando mandó por tercera vez a su dueña a la sala de emergencias, sangrando.

A ella se le ocurrió que ya estoy necesitada de gato. Por suerte, está totalmente equivocada. Nada como la libertad...

elisa

Cuddles. La bestia se llama 'Cuddles', que viene a ser 'mimos' o algo así... Qué voz tiene!!!!!!! Manuel, a quien siempre le dicen 'Sra.' cuando atiende el teléfono, tiene una voz finita, delicada. Pero esta bestia ahora en casa puede asustar a los ladrones!!!!!! Es graciosísimo este gato. Le saqué unas fotos, pero no sé cómo sacarlo para que se vea el tamaño que tiene. No encuentro nada interesante para ponerle al lado. Una llave Yale no tiene mucha gracia, porque es del tamaño de uno de sus dedos... Un mate, tal vez??? Na, la cabeza de ese bicho es más grande que un mate paraguayo...

elisa, aplastada
--
9-11-03 gato gris
JUAS JUAS JUAS JUAS !!!


Qué hermosa historia!


Ese gato debe de estar castrado.


Pobre.


Volviendo al relato, estás escribiendo espléndidamente.




J.

2003 - Jórgele y colon por enema

5-17-03 a bisele... para Jórgele
At 16/05/2003 20:09, you wrote:
De Elisa:
Ja. Lo que no sabes es que era asi como te llamaba mi mama.
-Ya vas a lo de Jórgele otra vez????
-----------
De Jorge:
No lo puedo creer!!!!!!!! Y yo sin saber esto...
Che, tengo méritos más que suficientes para pertenecer a la colectividad.
Honoris causa.
Cariños, J.
-----------
6-3-03 colosa
Nunca te conté (y creo que tampoco a Manuel) las historias de las recto/sigmoido/colonoscopías de mi mamá. Le gustaban. Siempre le pedía al médico que se las hicieran. Insistía que de ese modo al fin le
encontrarían el cáncer que ella sabía que tenía pero que la medicina insistió hasta último momento que no había nada. ("-Ya van a ver como Uds. van a llorar cuando yo me muera de cáncer de culo" - decía siempre).La ciencia médica ganó 1 a 0.

Bua,que la acompañante para tan bello menester tenía que ser yo.
Me obligaba a ir con ella. En general le hacían 'colon por enema', que era lo que estaba de moda.

La primera vez, recuerdo, me obligó a entrar al cuartito con ella para 'verla sufrir' (sic). Me senté en un rincón y no miré muy atentamente.
El médico se apareció con un enorme jarro de agua y marchó el lavaje para adentro. Mi madre ni piaba. Él le dijo que aguantara mientras le hacían las radiografías con el agua aún retenida. Terminaron rápidamente y el médico le dijo:

"Sra.,Ud. es una colosa"
"¿Qué es eso?", dijo mi madre. "Doctor, dígamelo, aunque sea malo, lo quiero saber".
"Sra, ¿cuántos años hace que Ud. vino a Uruguay?", preguntó el médico.
"Treinta y pico", dijo mi madre.
"Y en más de 30 años, ¿no aprendió qué quiere decir 'coloso/colosal'??? dijo el médico.
"Ah, eso sí, pero no me diga que 'colosa' es eso!"

El médico reventaba de risa. No, mi mamá no tuvo cáncer. Ni hemorroides que valieran la pena operar. (En cambio mi papá sí, lo operaron y ella nunca se lo perdonó).

Creo que mi madre tuvo razón. En medio del susto, la palabra 'colosa' tan parecida a 'colon', puede tener vaya a saber qué oscuros sentidos.

elisa
-------
JUAS!!!! JUAS!!!! JUAS!!!! JUAS!!!! JUAS!!!! JUAS!!!! JUAS!!!! JUAS!!!!
JUAS!!!!

Grandioso...

2003 - obsesiones de Jorge y recomendación de medicinas

3-31-03 tendon...
De Elisa:
At 30/03/2003 14:25, you wrote:
>Peso 70 kilitos. Y tengo que bajarlos, caminando.
----------------------
De Jorge:
Es mucho para vos, ¿no? Yo peso como 90 y me dicen "qué flaco estás".
Pero me parece que caminar solamente no alcanza para bajar de peso. Tenés que dejar de comer azúcar (en todas sus formas, incluyendo la cocacola). Y la sal, bajar todo lo que puedas. Yo casi no uso (sólo para el tomate) por la presión. Ahora estoy sin medicación para la presión, porque hice
reacciones alérgicas jodidas, y mientras mi doctora busca algún sustituto y mientras me voy desensibilizando, tuve que suprimir el jamón. Buaaaaa. J
.


At 31/03/2003 13:42, you wrote:
De Elisa:
>Se supone que hay que dejar de comer todo lo que es blanco: azúcar,
>pan blanco, pastas, arroz, verduras blancas (tipo coliflor), leche,
>y tortas de todos colores. En fin.

Se trata de instaurar un régimen que uno pueda mantener con un mínimo esfuerzo, lo que Asimov llamaba "engañar a la balanza". Decía que un modo de ver que uno pesa menos, es poner un dedo en la balanza de pesas para que marque menos, y que si uno quiere mantenerse en eso indefinidamente
conviene que el esfuerzo muscular no sea mucho. En otras palabras, convienen los regímenes que no dan resultados inmediatos y espectaculares, pero sí permanentes. Suprimir el azúcar ya es mucho; vas bajando de peso lenta pero sostenidamente. Y podés usar edulcorantes no calóricos, con mesura. Después de que te hayas habituado a vivir sin azúcar, y si querés seguir rebajando el peso, podés intentar suprimir la harina. Pero todo muy lentamente y sin que te exija una terrible fuerza de voluntad, porque eso no se puede sostener mucho tiempo, y bajar y subir de peso tipo montaña rusa es peor que estar gordo.
Y no sé por qué tomás esas porquerías tóxicas que realmente no necesitás.
Un octavo de valium 10 cuando andás nerviosa es más que suficiente. Da un poco de confusión mental al despertar, pero nada más grave que eso.

Cariños, Jorge.