Wednesday, August 6, 2014

Peluquero jordano y musulmán.

Ayer volví a ir al mismo peluquero jordano y musulmán que se niega a hacerme lo que yo quiero porque Manuel es mi marido, y el hombre de la casa decide. Esta vez hizo lo que se le dio la gana a él, por lo que ahora soy una rotunda rubia de pelo cortito. No hay caso. No le emboca.

 Curiosamente, el buen hombre tenía una curita en forma de mariposa que le cubría totalmente el entrecejo, ajustada alrededor de los ojos y la nariz. Como es obvio, tuve que preguntar y me contestó que era de un ‘sinus infection’ tan bravo, que lo agujerearon para sacarle la porquería que se le había juntado. Y ahí siguió, diciendo que la semana que viene cumple 39, y que nunca antes había tenido algo así. Y largó su extraño racismo con total desparpajo:

Dijo que él sabia por qué le había venido eso. Que era porque en los EEUU hay demasiada gente de lugares diferentes. Me vio cara de interrogación, y aclaró: - de África, de Asia, hispanos, negros, etc. Que con eso, era imposible no contagiarse. Que él jamás se enfermó antes en los lugares donde vivió, o sea ni en Jordán ni en Kuwait. Que esos son países limpios, no como otros. Dijo ‘limpios’ sin la menor duda ni arrepentimiento.

Parece que el hecho de él haber venido con toda su familia hace más de 20 años le da total claridad de opinión. Un genio total. Me cuidé de no hablar sobre la situación en Gaza, pero confieso que me gustaría saber lo qué piensa.