Saturday, January 15, 2011

1997: clima de Chicago, con nieve

From esteinbe@midway.uchicago.edu Fri Jan 10 15:14:49 1997
To: jvarlott@adinet.com.uy
Subject: repito

Caminar en la nieve.
La ventaja de vivir en Chicago es que cada vez que algún extranjero a esta bendita ciudad nos viene a contar algo del clima en su lugar natal, todos, a coro, podemos decir: Ja! Esto es porque nunca estuviste en Chicago... y ahi le damos la lata y nos jactamos de las maravillas chicagoenses que tanto odiamos. Porque a tiempo podrido, nadie nos gana.

Nevó dos días y dos noches. La pila me llega a las rodillas, algo mas arriba que a un americano común, porque suelen ser más altos que yo. Al mirar esa maravilla cayendo, empecé a recordar lo que se nos viene. Al principio es bellísimo. Botas altas en las cuales se te mete, quieras que no, una nieve limpia y seca que te la sacudís y cae, al igual que la que se te queda en la campera y forma una montañita en el sombrero. En ese momento, todos hacen camino al andar. Esta vez, no es una metáfora.

Caminar significa meter los pies y hacer agujeros en el grueso espesor. Y como los americanos son zancudos, los agujeros quedan espaciados a distancias algo molestas para alguien petisa y gorda como una servidora. Para poder caminar y embocarle a los agujeros ya hechos, tengo que caminar con ciertos movimientos misteriosos, que podrían pasar por invitaciones sexuales si uno no mira muy atentamente. Más bien, parecen los de una jirafa medio apurada. Pero si no lo hago, me embarro hasta el intestino y resulta algo molesto.

Al rato salen los dueños de casas, los encargados de edificios y todos los equipos de la Universidad con sus tractores, sopladoras y máquinas de todo tipo, incluídas las comunes palas, a hacer un camino pasable delante de sus propiedades, que parece haber una ley que los obliga. En realidad, la ley es más complicada que eso, pero por ahora basta. (Bueno, en realidad consiste en que te ponen multa si no limpiás tu cacho de vereda, pero si la limpiás y se forma hielo, te hacen juicio si alguien se resbala. Ni modo de ganar).

La limpieza no ayuda. En lugar de un blando colchón, queda una capita que con los pies de los andantes inmediatamente se transforma en una dura capa de hielo resbaloso, por lo que hay que empezar a correrse y caminar por el costado, donde todavía nadie haya limpiado. Esto es posible, pero al rato, con el calor de las pisadas de los caminantes, el costado se transforma en ahora una gruesa y dura capa de hielo refaloso y encima, con picos. A cierta hora del día, y como para joder, ya que la temperatura sigue siendo 20 bajo cero, sale el sol por un ratito, con lo que la capa superior de toda esa masa se disuelve e inmediatamente se solidifica, ya para quedar rígida hasta el final del invierno o hasta que los pies la remuevan.

En ese momento se echa una sal de colores ridiculos - color que se le agrega para saber donde se echó - que supuestamente baja la temperatura a la que el hielo se forma, cosa absurda, ya que la temperatura es siempre más baja que lo que la sal permite. En un par de dias, los autos empiezan a transformar la nieve, ya marrón y gris, en una especie de sopa inmunda, con pedazos congelados en el medio, por lo cual es imposible cruzar la calle en las esquinas y hay que empezar a esquivar charcos helados dado que no es excesivamente gracioso llenarse las botas con esa mierda. Mientras tanto, así como termina la nieve, llega el frío, el frío de veras, el frío con viento de Chicago, pero eso no dura más de un mes, tal vez dos, y ya empezamos a derretirnos y a hablar del verano que se nos viene. Pero por ahora estamos en el comienzo de la segunda etapa, la de la nieve finita y patinosa.

Eso es lo que le espera al Manuelo cuando llegue aqui desde Montevideo y tenga que tomarse un taxi, ponerse campera, sombrero, guantes, bufanda y demás y subir la valija tres pisos, ya que no tenemos ascensor.
Despues se quedará en cama, quejándose del dolor en el hombro y en la espalda, y extrañando el veranito de Montevideo. En fin.
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En estos momentos el Manuel debe estar descendiendo del avión en O'Hare que es el Carrasco de aquí. Hace tanto frío, que ni te resbalás. La nieve sigue en estado de nieve. Lo mejor va a ser el jueves, cuando viene una ola de calor durante el dia, que derrite todo menos los largos montones. ¡La temperatura puede subir hasta 0 grado!
Esos montones son los que se juntan en las bocas de tormenta, por lo que el agua derretida queda atrapada en la piscina que es la propia calle. La gran ventaja es que para la noche se espera una veloz ola de frio, por lo que a la mañana siguiente, todos los autos estarán enterrados a media rueda en el hielo. Esto es inevitable, y hay que salir con picos y palas para romper esas hermosas formas, desgraciadamente.

Saludos a la flia. elisa

?
Message 88:
From jvarlott@adinet.com.uy Mon Jan 13 11:52:13 1997
To: Elisa Steinberg
Subject: Re: Gracias.

Yo no llamaría "hermosa forma" a un automóvil, pero me parece espléndido que en una sociedad avanzada los rompan con picos y palas o con lo que sea.
El automóvil es un intento fracasado y obsoleto, que pronto será olvidado como una de las tantas pesadillas que asolaron inútilmente a la humanidad.
Jorge.



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