Tuesday, January 11, 2011

Consigna 6. Un sueño, en dos versiones de diferente largo

Lo que escribí eran tan bobo que ni sé si incluirlo. Eso lo dice todo. Ni tema ni estilo...pero...
Consigna 6) Relatar un sueño.

1a versión.
Soñé que compraba la casa de mis sueños, en una colina, con vista al mar, pero cuando nos mudábamos, la casa no era lo que yo esperaba. Era más bien un apartamento, y las ventanas daban a un patio que a pesar de ser nuestro, tenía ventanas de otros que también daban allí. El mar era un charco lleno de algo negro grasiento flotando y había que cruzarlo a nado para llegar a un lugar donde parecía haber gente divirtiéndose en una especie de piscina limpia en medio del fangal. No me animaba a entrar allí y mi familia no parecía muy feliz.

2a versión.
No sé por qué decidí comprar un lugar para vivir sin visitar el sitio primero. Había algo que me decía que esa era la casa ideal, en un barrio precioso, en una colinita verde con vista al mar, con una playa que quedaba ahí, a pocos pasos. Pensar en vivir cerca de una bahía de agua de mar, limpio, al lado de casa, nadar cuando quisiera, tener a mis hijos en la playa cerca de casa, ver a mi marido nadando sabiendo que lo hace sentir bien, tener un ómnibus atrás, que nos llevaba derecho a nuestros lugares de trabajo y estudio, estar en una planta baja con patio propio, tal vez con árboles, flores, y quién sabe si unos tomates, todo eso me convenció que la elección sería buena. Nunca me animo a hacer nada sin analizar los pro y los contra – sobre todo los contra – demasiado, de modo que esta vez me largué, para demostrarme a mí y a los demás que puedo ser arriesgada y que se puede tener intuiciones sobre la vida y no equivocarse.
Gran error. Pareció raro desde el minuto que llegamos con el camión de muebles y todos nosotros en él. No parecía muy habitado, salvo por un vecino oficioso que nos recibió alegrándose por tener con quien tomar mate, según dijo. No somos muy aficionados al mate y eso nos preocupó. ¿Por qué ese buen señor en camiseta no tenía con quien tomar mate? ¿Nos estaría esperando?

La entrada a la casa no era como la de una casa común. Se entraba a un hall tipo apartamento, y había que tomar un ascensor. ¿Ascensor para ir a una planta baja? El señor nos aseguró que sí, que ese era el camino.
La casa en sí no era tan mala. Extraña distribución, eso lo admito. No se sabía qué eran las habitaciones, y no parecía haber diferencias entre dormitorios y comedor. Decidimos esperar y ver cómo funcionaban las entradas a las piezas, las ventanas a ese patio que no era tan íntimo como yo había prometido, ya que el señor en camiseta estaba es un balcón de un primer piso, saludándonos, mirando directamente hacia adentro de lo que parecía que iba a ser nuestro dormitorio.
Para despejarme, me fui hasta la playita que se encontraba en el interior de la bahía, a menos de media cuadra de la casa. El agua parecía azul y calma desde lejos. Al acercarme, me aterroricé. No era azul, sino de una negrura espesa, aceitosa, con pescados muertos en la orilla. Claramente no era posible nadar allí. Empecé a sentir miedo. Un miedo real, porque el error había sido todo mío. Los traje, sin pensar en que ese sería el lugar donde tendrían que vivir, que crecer, que buscar amigos. ¿Amigos? No parecía haber nadie. Pero se escuchaban voces. Parecían venir del mar. ¿Pero quién iría al centro del mar y en qué? No se veían barcos, pero a lo lejos logré distinguir gente zambulléndose, gritando, cantando.
¿Habría algo que yo no lograba entender? Un lugar en medio del océano, que podría atraer gente?

3a versión. (no existe, no sé por qué)


De Jorge:
7-5-99

¡Te estas convirtiendo en una narradora! Este relato es *muy* atractivo. Espero que lo sigas (no te preocupes mucho por la línea argumental; mantené el clima). (Yo pretendía mucho menos, pero conseguiste exactamente lo que yo quería, es decir, transmitirme lo que imagino que sería tu sentimiento durante el sueño, al menos en una parte del sueño).

(Extrañamente, al leer algunos pasajes, me resuena en la mente la voz de Flora, más que la tuya). (Me refiero a la voz física, no al estilo) (aunque también hay algo del estilo Flora).


Extraoficialmente: ¿por qué carajos nunca me mandás las continuaciones de tus textos truncados? No creo que los dejes ahí.

Saludos, JMVL
jvarlott@adinet.com.uy


De Elisa:
Lamentablemente, sí, los dejo ahí.

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